Ya llegará el abril del año que viene...

Las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología para la Semana Santa de León se cumplieron con exactitud (como casi siempre) y solamente un chaparrón en la tarde de Viernes Santo, —que hubiera obligado a suspender seguramente las procesiones de Las Siete Palabras de Jesús en la Cruz y el Santo Entierro de Minerva y Vera Cruz— alteró la tónica soleada de los diez días de procesiones que no lo fueron. En el año de la imposibilidad de salir a la calle en cortejo, las cofradías y hermandades de la capital rabian pensando en el lucimiento que la meteorología hubiera prestado a sus eventos. Otra vez será.

El problema se plantea para las cofradías como La Agonía de Nuestro Señor, Minerva y Vera Cruz, María del Dulce Nombre o la Hermandad de Santa Marta y La Sagrada Cena. No pudieron celebrar sus procesiones principales por la lluvia que asoló a la capital en las jornadas de Miércoles Santo y Jueves Santo de 2019 (hubiera sido el mismo caso para La Bienaventuranza, pero se aventuró a salir en la mañana del Día del Amor Fraterno y procesionó pese a la mojadura que le sobrevino). Para estas procesiones, ya se ha cumplido el tercer año sin que sus actos principales pudieran pisar la calle y una eventualidad de mal tiempo el año próximo (Dios no lo quiera) dejaría a sus tallas sin ver el asfalto durante cuatro años consecutivos. Ello sin contar casos como el Santo Entierro de Angustias, que no se realiza desde el año 2016.

En siete días se celebrará el Domingo in Albis. Es una buena ocasión para dar las gracias los presentes y para pedir que cese la sangría de ausentes. Todos tienen que estar ante La Morenica el próximo día 8 de abril. Pero del año 2022. Será enhorabuena. Seguro.