La majestuosidad del Cristo de las Siete Palabras llena el Museo de Semana Santa

La cofradía de Las Siete Palabras de Jesús en la Cruz presentó este sábado el Cristo de las Siete Palabras, que completa los siete crucificados que dan nombre a la cofradía.

El acto de celebró en el Museo de Semana Santa, repleto de público. Estuvieron presentes el obispo de León, Luis Ángel de las Heras y el alcalde, José Antonio Diez.

Òscar Javier Ampudia , abad de la cofradía, repasó la historia “Fue un 22 de septiembre de 1962 cuando Eduardo de Paz Díez, acompañado de doce hermanos, comenzó una andadura en la que se anhelaba realizar un paso de misterio por cada una de las Palabras que Jesucristo pronunció desde el Sagrado Madero”.

“Ahora, sesenta años después, se cumple ese sueño. 60 años en los que nuestra Penitencial ha realizado manifestación pública de la fe cristiana, haciendo gala de los valores de seriedad, compostura y devoción que siempre han sido la esencia de la Cofradía. 60 años promoviendo entre sus hermanos el primigenio sentido de la fraternidad tal y como establecen nuestros estatutos”, dijo.

“Quiero agradecer el buen criterio que se ha mantenido en todas las Juntas de Gobierno anteriores, que han buscado un crecimiento de nuestro patrimonio sin prisas, primando la calidad y bajo criterios rigurosos que han propiciado que hoy podamos disponer de Siete Pasos que puedan transmitir el evangelio dignamente por las calles de nuestra querida ciudad. Por supuesto, también quiero agradecer a todos los hermanos que han puesto su esfuerzo y tesón para que llegásemos hasta aquí, dedicando un recuerdo especial para los que ya no están con nosotros”.

El proyecto, detalladamente elaborado, se presentó a la Junta General de Hermanos del año 2019, siendo acogido con entusiasmo y aprobado por unanimidad. Viendo el resultado, con la imagen aquí presente, puedo afirmar sin lugar a dudas que, tanto la Junta de Seises como la Junta General de Hermanos de las Siete Palabras, acertaron plenamente en la aprobación de este proyecto que, como sus predecesores, está bien planificado y desarrollado. 

La cofradía quiere ir “incorporando cada año una imagen hasta completar en 2025 el conjunto compuesto por el Santísimo Cristo de las Siete Palabras, un romano que se colocará detrás junto a la escalera en disposición de subir a colocar el titulus, un centurión delante en actitud de burla, y un sayón que, arrodillado, está recogiendo las ropas de Jesús”.

Esta Semana Santa “podremos ver al crucificado sobre un trono realizado para procesionar a ruedas, tal y como la prudencia nos exige actualmente. No obstante, la estructura de aluminio, moderna y ligera, está pensada y elaborada para poder ser portada a hombros si algún día fuera factible, evitando la necesidad de construir otra nueva. De igual manera, la decoración externa se ha diseñado pensando en repartir el esfuerzo económico a lo largo del tiempo, de forma que el enriquecimiento ornamental del trono se irá realizando de manera progresiva.

Todo esto, que se cuenta en unas pocas frases, supone un grandísimo esfuerzo de muchas personas, de dentro y de fuera de la Junta de Seises, como el hermano abogador, encargado de conducir con toda delicadeza la imagen hasta tierras leonesas, gracias por su dedicación al servicio de la Cofradía”.

Permitidme finalizar con una reflexión muy personal. La dirección de una Cofradía es una labor muy complicada, que absorbe una gran cantidad de tiempo, y que no puede ni debe ser recompensada. Por eso, como la mayoría de los abades de esta y otrascofradías y hermandades, nunca he buscado más recompensa que el estar al servicio a los demás hermanos para beneficio de la Cofradía. Sin embargo, ya cercano el fin de mi abadía, puedo afirmar con toda humildad que cuando este Abad entró el pasado sábado en el taller sevillano del imaginero Fernando Aguado y vio por primeravez la imagen del Cristo aquí presente, obtuvo una recompensa mayor de la que podía soñar. Fue un momento de sobrecogimiento y emoción que me acompañara el resto de mi vida.

Y es que estamos ante una imagen de Cristo que llama a la devoción, una imagen de culto, una imagen conmovedora, una imagen única. Una imagen que completa la difícil empresa de poner siete crucificados en las calles del regio León. Todos diferentes, todos singulares y todos con una altísima expresión artística”, dijo.

Por su parte, el alcalde alabó “la incorporación de este nuevo paso muestra, como decía, el compromiso de las Siete Palabras con sus hermanos y con la ciudad, un compromiso que se ha ido revelando año a año con la incorporación de nuevas y bellas imágenes para las procesiones de León, del espectacular y sentido Pregón a Caballo por la ciudad y de todos y cada uno de los actos organizados cada año.”