El 29% de las mujeres en edad de trabajar están en riesgo de exclusión social

Más de cuatro millones de mujeres en edad de trabajar están en riesgo de exclusión social. Esta cifra, que supone el 29% del total, evidencia, que la pobreza en España también tiene rostro de mujer,

Así lo manifestó la profesora de Derecho de la Universidad de Vigo, Enma Rodríguez Rodríguez, en la jornada que se celebró ayer en la Universidad de León sobre Responsabilidad Social e Igualdad de género dirigida por la catedrática Susana Rodríguez Escanciano y la profesora titular de Derecho del Trabajo Henar Álvarez Cuesta.

Las jornadas surgen del grupo de investigación de la ULE en esta materia con el fin de aunar la responsabilidad social corporativa a las empresas de economía social. «Se trata que las mujeres en riesgo de exclusión tengan acceso a un trabajo digno y de calidad pues el trabajo es la palanca para una vida de calidad digna», precisó.

Centradas en la aportación que las empresas de economía social realizan a la igualdad de género con sus prácticas democratizadoras, la profesora Rodríguez expuso proyectos de formación a mujeres en riesgo de exclusión en este sector que redundan en oportunidades para «fomentar el autoempleo y reintegrarlas en la sociedad», apuntó.

La formación «genera lazos entre las mujeres» y refuerza su empoderamiento individual y colectivo. La profesora viguesa comentó el caso de Las Costureras, un proyecto desarrollado en la Comunidad de Madrid. Los sectores textil y de cátering son algunos de los nichos de empleo y autoempleo.

La catedrática de Derecho del Trabajo de la Universidad de Oviedo, Ana Rosa Argüelles, abordó los centros especiales de empleo, empresas que tienen al menos un 70% de personas con discapacidad en la plantilla. Desde la pespectiva de género, hizo hincapié en las medidas de salud laboral que se deben reforzar ya que sufren más afecciones músculo esqueléticas (afectan especialmente a limpiadoras, camareras de piso) y tienen un especial desgaste.

En estas empresas la brecha de género es menor que en las del sector con plena capacidad. En cuanto al objetivo de que los centros especiales de empleo sean «pasarelas» hacia el empleo ordinario, señaló que esta transición se realiza a través de los enclaves laborales. «Las empresas de iniciativa social sin ánimo de lucro cumplen mejor este objetivo, pero hay otras que se convierten en una especie de empresa temporal que permite a la empresa colaboradora cumplir su cupo del 2%».