Diario de León

Las residencias sobrecargan el hospital

El 70% de las urgencias por covid en el Hospital de León son de ancianos

El 70% de las personas que se atienden en el Hospital de León por cuadros clínicos de covid-19 son mayores de 80 años, en su mayoría de residencias, asegura el coordinador Saúl Escudero

León

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Los brotes de covid-19 en las residencias de personas mayores «sobrecargan todos los días el servicio de Urgencias y el hospital, son ancianos con patologías que se descompensan y necesitan ingreso hospitalario», asegura el coordinador de Urgencias del Hospital de León, Saúl Escudero.

Se estima que el 70% de las urgencias por covid en León son de personas mayores de 80 años. «No sé si el sistema lo puede asumir, quizá habría que medicalizar las residencias de ancianos, pero no sé si esto es posible legalmente ni si cuentan con los medios para ello», señala.

La asistencia a personas mayores también fue importante durante la primera ola de la pandemia. «Vinieron muchas personas y fallecieron muchas, tanto en urgencias como en planta, pero no se le negó a nadie ni se le cortó la asistencia sanitaria en el hospital. No sé si lo que se dice de Madrid es cierto», precisa.

Otra cosa es que se analice «hasta qué punto los pacientes están mejor ingresados o en su residencia. Es cuestionable hasta qué punto se benefician del hospital. En muchos casos no hay que ponerles un tratamiento específico», aclara.

Las urgencias por covid suponen actualmente el 20% de las urgencias totales, aunque puntualmente pueden llegar hasta el 35% del total. El 80%-65% restante son otras patologías, pero la mayoría de los ingresos se deben al coronavirus.

Para el coordinador de Urgencias del Hospital de León, «la diferencia con la primera etapa de la pandemia es que entonces las otras urgencias dejaron de venir por miedo a los contagios y ahora no», señala Escudero.

El covid-19 ha trastocado todo en Urgencias. No sólo porque desde marzo existe un circuito solo para pacientes covid o con síntomas respiratorios y otro para las restantes patologías y las y urgencias de pediatría y tocología se atienden en planta, previo paso por Admisión.

«Ahora es casi imposible planificar. La estadística es impredecible con el covid. Antes los lunes eran días malos y los jueves mejores y el jueves pasado estuvimos tuvimos una acumulación de pacientes», explica el coordinador.

Otra diferencia respecto a los primeros meses de la pandemia es que la mayoría de los pacientes «vienen con los test hechos de Atención Primaria y saben que son positivos, a veces con síntomas y en alguna ocasión con miedo a que unos síntomas leves tengan repercusiones sobre su salud, aunque éstos son los menos», precisa.

Las PCR de personas que no la llevan se piden solo a quienes previsiblemente van a ingresar. «A los pacientes leves se les remite a Atención Primaria. Hay que evitar que la gente venga a Urgencias a hacerse la prueba». El coordinador del servicio señala que debe hacerse ante todo como «un acto de responsabilidad; si crees que estás contagiado y tienes síntomas leves no pongas en riesgo a otras personas», apunta.

El servicio de Urgencias lo componen 40 profesionales de medicina, más de 150 de enfermería y un centenar de celadores que generalmente combinan jornada con plantas y otras áreas del hospital. No hay un equipo covid y otro no covid. «Todos hacemos de todo. Se intenta agrupar días para no saltar de un sitio a otro», explica.

Actualmente serían necesarias cuatro plazas más de medicina para cubrir la presión asistencial. Pero no se ha podido contratar a nadie porque había plazas en Primaria. A este se sumó que las vacaciones tuvieron que concentrarse en poco tiempo, al no poder disfrutarse en primavera.

«Este verano hemos salvado porque no se ha recuperado el número de urgencias anterior al covid», pero el futuro es incierto. «El 20% de la plantilla tiene más de 60 años», en el servicio de Urgencias del Hospital de León y es un problema generalizado en España. «Si no hay médicos, atender bien pasa porque las urgencias disminuyan y eso pasa por medidas políticas», puntualiza.

El covid ha supuesto los peores y también los mejores momentos para este urgenciólogo con 18 años de experiencia desde que se graduó en Valladolid. El estrés del personal por el miedo a contagiarse y llevar el virus a casa, que ya era duro de por sí, se juntaba con otras cosas. «Los peores porque hemos tenido que tomar decisiones en poco tiempo, cambiar el funcionamiento del servicio y hacérselo entender al personal; y buenos por el gran que te rodea, siempre dispuesto a colaborar. Aquí nadie se ha borrado. Si alguien ha cogido una baja es porque la necesitaba y no podía trabajar», recalca. «Estamos orgullos, nos hemos adaptado y hemos tenido capacidad de sacrificio muy fuerte colaborando con el resto del hospital», valora Saúl Escudero.

El servicio de Urgencias no precisó apoyo de los equipos covid formados por otros especialistas del hospital durante los meses más duros de la pandemia. Las urgencias disminuyeron mucho: de 350 a unas 100 diarias. A partir del cese del estado de alarma fueron aumentando, pero no se ha llegado al nivel anterior, hay una media de un centenar menos que antes. El nivel de contagios estuvo en torno al 5% del personal. «Hubo escasez de equipos y miedo, pero no problemas, porque no sabíamos con que protección estábamos seguros y hubo que controlar el uso racional».

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