Diario de León

Artesanos de la diversidad

Usuarios de los centros asistenciales de la Diputación exponen los trabajos en la Feria Medieval en el claustro de la institución

Uno de los doce puestos de los centros sociosanitarios de la Diputación, ayer. MIGUEL

Uno de los doce puestos de los centros sociosanitarios de la Diputación, ayer. MIGUEL

León

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Hace más quien quiere que quien puede. Este refrán viene que ni pintado para la actividad recuperada ayer por la Diputación de León tras dos años de pandemia. Los usuarios de los cuatro centros asistenciales dependientes de la institución provincia —Sagrado Corazón, Nuestra Señora del Valle, Cosamai y Santa Luisa—, ataviados con indumentaria medieval muestran durante dos días el resultado de los trabajos que realizan en los talleres ocupacionales en estos centros.

María de los Ángeles Casero (Gelines) y Marcelo Castellón, son dos de los usuarios más veteranos de Cosamai. En la feria demuestran las habilidades aprendidas en el taller de encuadernación. «Este año hemos cambiado de técnicas y hemos hecho más canutillos», dice Gelines, que participa en un taller que encuaderna 400 libros institucionales al año.

En la feria están a la venta jabones, cerámicas, estampación, trabajos en madera o manipulados, como los que hace Enrique Iglesias en el centro Cosamai. A sus 52 años asegura que aprende cosas nuevas cada día. «Lo que más me gusta es coser a máquina, es lo último que he aprendido». Gabriel Díez, responsable de los talleres, espera que la feria sea un éxito. «Todos los usuarios de los centros deseaban volver a la normalidad, Han estado dos años sin salir y necesitaban volver a relacionarse con la gente».

Noelia, de 45 años, está sentada junto a los rascadores y maceteros de madera que modela en los talleres del centro Sagrado Corazón. «Me entretiene mucho rascar y lijar. También hago chapas, banquetas, tiras de mascarillas...me motiva mucho cuando hago imanes».

Chonina, del centro Sagrado Corazón, lanza al viento el precio de todos los productos dispuestos en uno de los doce puestos desplegados en el Patio de los Guzmanes. «Hago de todo, jabones, bolsas, abanicos y mandiles, que cuestan diez euros. A mí me gusta todo».

A María José Martínez, por ejemplo, le encanta la pintura. Es la autora de uno de los parasoles dispuestos en las escaleras de acceso a las oficinas de la Diputación. «Me gusta mucho el color», dice.

El presidente de la Diputación de León, Eduardo Morán, y la diputada de Derechos Sociales, Carolina López, acompañados por el diputado de Cultura, Arte y Patrimonio, Pablo López Presa, inauguraron esta fiesta medieval que se puede visitar hasta hoy en el claustro de la institución provincial amenizada por Celtic March, un grupo musical familiar especializado en música celta que llegan desde Valladolid con un repertorio de música irlandesa y renacentista. Padre y tres hijos con violines y un bodarán (pandero irlandés).

«Ya teníamos ganas de hacer esta fiesta que es tan importante para los residentes de nuestros centros», dijo el presidente de la Diputación, Eduardo Morán en la inauguración. Morán aprovechó el encuentro para elogiar la labor de los responsables y profesionales que hacen posible «que prestemos un servicio de gran calidad».

La provincia de León tiene un «lujo de centros especializados y hay pocos sitios de España que presten un servicio de tanta calidad. Me siento por ello orgulloso como presidente de la Diputación de León».

Doce representantes de los cuatro centros exponen y venden los productos de cerámica, madera, jabones, velas, cestería, encuadernación, textiles… elaborados por los residentes durante el año en los distintos talleres. «Aquí tienen la oportunidad de ponerse en contacto con la población y ofrecer los productos a los que ellos han puesto un valor. Es una fiesta de la convivencia en la que participa gente muy agradecida que tienen pocas oportunidades».

Esta actividad está organizada por el grupo de Actividades Compartidas del servicio de Centros de Atención Especializada de la Diputación.

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