Diario de León

Barcillar y otras palabras con solera

El viñedo y el vino han dejado un legado cultural y también lexicográfico que aún pervive «debido a que es un cultivo muy estable». Palabras como barcillar, exclusiva del sur de León y que aparece en Nodicia de Kesos, el documento escrito en lengua romance datado entre 974 y 980. 

León

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El catedrático de Filología Hispánica de la ULE y académico de la RAE, José Ramón Morala, desgrana hoy en Valencia de Don Juan Léxico histórico de la viña y el viñedo en el sur de Leó n. Un trabajo que ha espigado mientras analizaba numerosos documentos históricos de la Catedral y los monasterios de Sahagún y de Vega, entre otros, que en la Edad Media fueron grandes propietarios de viñedos en esta zona de la provincia.  

En una conferencia organizada por la Asociación Cultural Los Oteros-La Vega, y en el marco del antiguo colegio de PP. Agustinos, a las 20.00 horas, repasará más de un centenar de palabras que, como barcillar, hacía referencia al esqueje o al sitio recién plantado de una viña pero que pervive en el sur de León de forma singular como denominación corriente de viña o viñedo.  

‘Barcilun’ es uno de los términos históricos del viñedo sobre los que existe constancia documental más antigua. Aparece en el documento Nodicia de Kesos , escrito en lengua romance, antecesora del leonés, y fechado entre 974 y 980. Se trata de una nota que hizo el monje despensero del monasterio de los santos Justo y Pastor, de la localidad de La Rozuela, muy cercana a León.  

Estos apuntes ‘contables’, traducidos por el propio Morala, dicen: «Relación de los quesos que gastó el hermano Jimeno: en el trabajo de los frailes, en el bacillar de cerca de San Justo, 5 quesos; en el otro del abad, 2 quesos; en el que pusieron hogaño (este año), 4 quesos; en el de Castrillo, 1; en la viña mayor, 2; ... que llevaron en fonsado a la torre, 2; que llevaron a Cea cuando cortaron la mesa, 2; 2 que llevaron a León; ... otro que lleva el sobrino de Gomi ... 4 que gastaron cuando el rey vino a Rozuela; 1 cuando Salvador vino aquí».  

«El monje distingue entre la viña mayor y el ‘bacillar’ o barcilun, por lo que se sabe que originalmente se usaba con el sentido de viña nueva», explica José Ramón Morala. Si barcillar es exclusivo del sur de León y aún pervive mil y pico años después, otras denominaciones de la viña, como majuelo (que también se refiere al esqueje y plantón, pero se usa ahora como sinónimo de viña), son características de la zona de Tierra de Campos —Gordoncillo, Valderas, en León, y Mayorga en Valladolid— pero también de otras zonas del noroeste ibérico.  

Barcillar y majuelo son palabras que perviven entre 800 y más de 1.000 años después debido a que se trata de «un cultivo muy estable, al igual que el cereal», explica. Los documentos eclesiásticos se refieren en muchas ocasiones a los arriendos de estos viñedos o a las bodegas.  

En cambio, el léxico relacionado con el lino, cultivo que era corriente hace cien años, «está prácticamente en desuso» y quedan recuerdos como los o las linares, que es el lugar donde se cultivaba.  

El vino y la viña también han perdido léxico a lo largo de estos siglos. La implantación del sistema métrico decimal a principios del siglo XX dio al traste con todo un repertorio referido a las medidas. José Ramón Morala ha encontrado documentos en los que se da cuenta de la palabra hemina como medida del vino. «No sé a qué cantidad de vino equivaldría, pero aparece la expresión una hemina de vino referida a capacidad», explica. Esta palabra se ha usado también como medida de capacidad del trigo y para designar superficies de terreno.  

Cántara de vino, poinos para mantener las cubas por encima del suelo, los carriegos o cestos para transportar la uva durante la vendimia de la viña a la bodega, la podadera, el lagar, la viga, la piedra, los cestos, el carral (media cuba serrada), los palmos, el pozal o el pocino son otras palabras curiosas que se han perdido o perviven fuera de su uso original.  

Algunas como marcas comerciales. Es el caso de los poinos, que da nombre a una conocida cueva-restaurante de Valdevimbre, o de una marca de vino llamada Emina, de la Ribera del Duero. Otras, como es el caso de miedro, que hacía referencia a una medida, sirvieron para la creación de otra palabra como es metro, nacida al albur del sistema métrico decimal.  

De la viña y el vino en el sur de León recordará José Ramón Morala expresiones que aparecen con frecuencia en los documentos históricos en los que las ha encontrado como «media cuarta de buen vino sin agua» o que «no meta ninguno el agua en ello». En los documentos medievales que ha consultado no aparecen referencias a la uva de prieto picudo, que es la principal variedad de la denominación de origen, junto con el albarín.  

«En alguna ocasión, pero en documentos muy posteriores, he visto que mencionan uva prieta (que significa negro) o uva albar (blanco), pero generalmente no detallan en estos documentos los tipos de uva porque para ellos el valor era el mismo», comenta quien también es el director de la Cátedra de Cultura Leonesa de la Universidad de León. No quiere decir que no existiera ya esta denominación para la clase de uva, sino que no consideraban relevante especificarla porque era la que había en la zona.  

Con Léxico histórico de la viña y el vino, de José Ramón Morala, se abre la Semana Cultural de la Asociación Los Oteros-La Vega, que proseguirá el sábado 17 de agosto con la conferencia de Maximiano Trapero sobre la Pastorada Leonesa. Una vieja y hermosa tradición casi única y el 24 de agosto con otra charla a cargo del calígrafo Jesús González Gigosos sobre La importancia de la escritura en el reino de León.  

Las exposiciones de Pesas y Medidas de Miguel Roldán, Color y Calor, del grupo Viernes Tejedor de Fresno de la Vega y sistemas operativos (haciarutassalvajes) completan la programación del colectivo que surgió hace un par de años, auspiciado por el padre Cesáreo Fernández, para remover culturalmente la comarca.

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