Diario de León

Las bicicletas de los mensajeros rebeldes

Cien años después, las ruedas holandesas vuelven a pedalear por las ciudades de España en una segunda vida gracias a la iniciativa de dos amantes de las bicis. Un proyecto que apuesta por la movilidad sostenible y la economía circular para traer a León modelos restaurados por menos de doscientos euros.

David Sáiz descarga uno de los primeros envios de bicis que entregaron a España desde Amsterdam. REDACCIÓN

David Sáiz descarga uno de los primeros envios de bicis que entregaron a España desde Amsterdam. REDACCIÓN

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 Omafiets significa bici de la abuela en flamenco. Los holandeses bautizaron este modelo característico de las ciudades de los Países Bajos tras la invasión nazi en la Segunda Guerra Mundial. Los mensajeros utilizaban este vehículo silencioso por las noches para pasar información a la resistencia. El ejercito invasor se dio cuenta de la peripecia de los guerrilleros y mandó a los hornos toneladas de acero para hacer balas y dejar cojo al enemigo. Las únicas bicicletas que resistieron circulando por las calles de Amsterdam fueron sus hermanas de barra baja que solo utilizaban las mujeres. Cuando la guerra terminó y el tiempo convirtió a las jóvenes flamencas en ancianas, el resto del mundo las miraba extrañadas y pensaba «¿por qué solo las mujeres mayores montan en bici?» Y obviaron la historia que rondaba las pedaladas de las abuelas de la guerra. Hoy en Holanda la bicicleta es uno de los medios de transporte más común pero los nuevos modelos de dos ruedas eléctricos dejan en el baúl de los recuerdos a este icónico vehículo del frente europeo en el siglo XX.

«Dos enamorados de las bicis», David Sáiz y Ana Castán apuestan por dar una segunda vida a los cientos de vehículos que quedaron olvidados en los canales de los Países Bajos. Estos dos españoles son los promotores principales de este proyecto que consiste en restaurar Omafiets olvidadas en garajes para evitar que sean fundidas de nuevo en los hornos que antaño las mataron. Un taller del ayuntamiento de Amsterdam es el enclave donde llegan todas las bicis perdidas. Allí son arregladas y vuelven a cobrar el brillo embarrado por la dejadez. Una vez que están listas para volver a circular por las calles un envío de cien bicicletas pone rumbo hacia España. Cuando en la web (www.quierounabici.eu) se registran los pedidos delimitados para hacer la reserva por 30 euros, con un precio final entorno a los 200 euros, el envío comienza y en un tiempo estipulado en función de la cantidad de bicis y la distancia, los vehículos llegan a su destino. Este proyecto ya ha tenido su acogida en varias ciudades de España como Burgos o Palencia y se espera que en septiembre llegue una nueva ola de bicicletas a León. La ciudad a orillas del Bernesga y el Torio es uno de los puntos de España idóneos para este tipo de vehículos debido a sus largos paseos y las zonas verdes. Las ventajas de este modelo de ciclismo urbano son: «La mayor visibilidad por la carretera, el contrapedal y su ligereza», comenta David Sáiz.

Esta idea de los ciclistas comenzó a formarse durante la pandemia, cuando los envios de bicis descendieron debido a que el 95% de las bicicletas son fabricadas en China. Esto, sumado al cambio de ciclo que hay en Holanda respecto al modelo, impulsó a los españoles a lanzarse a la aventura de transportar cientos de bicicletas.

«El ciclismo urbano es un paseo relajado por la ciudad, no una carrera», explica David en referencia a una pregunta de un amigo suyo: «¿Cómo voy a utilizar la bicicleta para ir al trabajo si llego sudado?» El uso de la bicicleta en las ciudades se concentra en una forma de movilidad sostenible que no difiere de caminar sin rumbo por la ciudad.

Pionera en León

Gloria es una de las primeras que se han atrevido a participar en el proyecto. «Llevaba tiempo detrás de una bici pero no encontraba el modelo idóneo o el precio me parecía demasiado elevado». «Estoy encantada con la bici», aclara Gloria. Esta mujer es una de las primeras personas que se han atrevido a adquirir una bicicleta con remite desde Holanda. «Nos basamos en la confianza», explica David. Tanto Gloria como Ana como Sáiz coinciden en que esta propuesta tiene que llegar a León para que el mayor número de personas pueda disfrutar del histórico modelo Omafiets .

Gloria es una de las primeras leonesas en recibir una bicicleta holandesa. REDACCIÓN

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