Uno de cada tres solicitantes pide ayuda por primera vez a Cáritas

La pandemia ha desbaratado en apenas dos meses el efecto de la recuperación económica, de manera que España se ha retrotraído a los peores momentos de la Gran Recesión. Tres de cada diez personas que se hallan en exclusión carecen de cualquier tipo de ingreso. Cáritas no da abasto y ha tenido que desplegar tal esfuerzo que las personas atendidas a través de sus programas de acogida y asistencia se han incrementado en un 57%. En lo que atañe al perfil de las personas necesitadas, una de cada tres solicita ayuda por primera vez o hacía más de un año que no pedía apoyo.

El Informe 2020 de la Fundación Foessa certifica que la depresión económica se produce en un contexto donde un alto número de hogares ya vivían al día, al tiempo que tenían grandes problemas o directamente no podían hacer frente a gastos imprevistos. Para los expertos, existe una seria amenaza de que la salida a la crisis actual no se produzca en forma de V, sino que sea más bien un proceso que adopte el perfil de una L, una depresión económica sostenida.

Si a esto se añaden las grandes dificultades para afrontar los gastos de vivienda, el panorama es desolador. Los autores del informe advierten de la grave crisis de vivienda que va tomando cuerpo. Así, muchos hogares no pueden satisfacer pagos de hipoteca o alquiler de la vivienda (49,2%) y no disponen de dinero suficiente para asumir los costes de suministros (51,2%). No en balde, el 19,5% de las familias se han visto obligadas (o se lo plantean como opción futura) a mudarse a una vivienda más barata.

Mientras, un 13,2% viven con una inminente amenaza de expulsión o desahucio. «Si a esto le sumamos las elevadas tasas de desempleo y la fuerte caída de ingresos, podemos estar a las puertas de una crisis de emergencia habitacional muy relevante», dice el informe.