Campus inclusivo con miras al futuro

La superación de cada etapa académica conlleva un proceso de incertidumbre sobre qué hacer a continuación y la típica pregunta «¿qué quiero estudiar?».

La iniciativa Campus Inclusivo, Campus sin Límites pretende ser una guía en este arduo camino para los jóvenes, concretamente para los chicos y chicas con discapacidad o con necesidades especiales.

Ayer acudieron a las instalaciones de la Universidad de León (ULE) veinte alumnos, la mayoría con necesidades especiales o con discapacidad, procedentes de Secundaria Obligatoria, Bachiller y Formación Profesional de los diferentes centros de Castilla y León para conocer qué carreras pueden estudiar dentro del campus de León. Concretamente, este año, ocho de los veinte alumnos son jóvenes de la ciudad de León.

Estos chicos participan en el programa Campus Inclusivo, Campus sin Límites de la Fundación Once, la Fundación Repsol y el ministerio de Educación, Cultura y Deportes.

A primera hora de la mañana, acudieron al centro de simulación de vuelo, ubicado en la Facultad de Ingeniería Industrial.

Allí les esperó el responsable de servicio universitario, Alfredo Labarta, quien les dio unas breves indicaciones sobre cómo manejar un avión y les dejó practicar en el simulador. Además, aprendieron de la mano del conservador de la Colección Zoológica de la ULE, Luis Miguel Fernández, la importancia y la necesidad de preservar el planeta a la vez que se acercaban al tacto de la lengua de un tigre de bengala o tocaban el hocico de un facocero, en la Facultad de Biología.

La jornada continuó con en la Unidad de Fabricación e Impresión 3D donde vieron y pudieron imprimir en tres dimensiones y finalizó con la visita al casco histórico de León con la consiguiente participación en la gastronomía leonesa.

La técnico responsable del servicio de apoyo a estudiantes con discapacidad de la Universidad de León, Rosario Turienzo, asegura que la misión de los responsables de este programa es «la diversidad y que los alumnos visiten la Universidad. Que conozcan lo que ofrece cada campus de la comunidad de Castilla y León desde un punto de vista lúdico».

Se trata de incentivar y acompañar a los estudiantes susceptibles de abandonar sus estudios en el descubrimiento de la oferta de grados que ponen a su disposición las universidades de la comunidad.

Según Turienzo, las orientadoras de cada centro son las que proponen a alumnos selectos la participación en este campamento y los organizadores del programa los que proponen y coordinan las diferentes actividades que van a desarrollar los alumnos de este campamento inclusivo durante siete días de convivencia.

Los jóvenes de este campamento inclusivo con miras al futuro aprovechan gran parte del día con actividades lúdicas en los campus universitarios de la Comunidad de Castilla y León, pero también tienen momentos de ocio en los que van a la piscina, hacen talleres vocacionales para que piensen sobre la profesión que les gustaría desempeñar y realizan excursiones.

«La premisa para realizar cada actividad es que todos la puedan hacer» dice Turienzo. La organización del programa se asegura de que ningún alumno se quede excluido en ninguna actividad. En caso de que eso pase «la actividad se descarta directamente. Por ejemplo, íbamos a volar en globo, pero hay una chica en silla de ruedas y su silla no podía entrar en el globo por lo que automáticamente cancelamos la actividad», afirma la técnico del servicio de apoyo.

Objetivos del Campus inclusivo

Este programa se impulsó en el año 2002 con la ayuda de la sección del área de atención a la diversidad de la Junta de Castilla y León. Actualmente, se desarrolla en las universidades públicas de León, Burgos, Salamanca y Valladolid, pero tiene presencia en las ocho comunidades autónomas de Castilla y León .

El principal objetivo de este campus inclusivo es reducir el abandono escolar temprano de los estudiantes con necesidades especiales o con discapacidad ofreciéndoles la posibilidad de vivir y conocer la experiencia universitaria de primera mano en estancias de hasta diez días en diferentes campus.

El mayor reto para todos los encargados de hacer posible este programa es aumentar la presencia de personas con discapacidad en la universidad, y darles posibilidades de acceso a un empleo de calidad. Se trata de favorecer una educación inclusiva para todos y contribuir a que las universidades puedan dar respuesta a la diversidad del alumnado.

La ULE acoge gratamente este programa ya que para ellos supone una manera de captar nuevos alumnos que contribuyan a la diversidad de la universidad y una manera de concienciar a la sociedad sobre las necesidades de este colectivo en particular.