«Hay una contrarreacción patriarcal frente a los avances del feminismo»

Tres siglos de historia y el feminismo se encuentra en un efervescente debate sobre el sujeto político del feminismo. Este fin de semana se ha hablado en León de este tema que, más allá de la teoría y el pensamiento, tiene consecuencias prácticas.

Las jornadas culturales de la asociación Flora Tristán contaron a la filósofa, escritora y teórica feminista española María Luisa Posada Kubissa. Desde sus inicios, en la época de la ilustración, se ha tenido claro que el sujeto político del feminismo son las mujeres.  

La profesora de la Universidad Complutense de Madrid explica que «el sujeto político del feminismo no se había puesto en cuestión hasta los años 80 y 90», desde la teoría queer, la reivindicación de las identidades transexuales y otros movimientos que «tratan de eliminar el espacio de visibilidad de las mujeres en favor de minorías sexuales».  

Judith Butler fue la filósofa que abrió la caja que hoy truena al cuestionar la división entre género (constructo cultural) y sexo (asignación biológica) que plantea el feminismo y propone que «el sexo también es construido y los cuerpos pueden transmutar».  

Al hilo de este argumento, Butler «propone deconstruir el sujeto mujeres, como identidad normativa y excluyente», señala María Luisa Posada. Otros autores hoy en boga, como Paul B. Preciado, «hablan de la posmujer pero no del pospatriarcado», comenta.  

«El feminismo se ha encontrado con este asunto como agenda sobrevenida, pero no podemos dejar que se nos usurpe el sujeto y menos cuando es un movimiento emergente en esta cuarta ola. Tenemos que resistirnos», subraya. «El sujeto político del feminismo son las mujeres y sin él nos cargamos el proyecto de emancipación de las mujeres», recalca.  

Lo que sucede es que al neoliberalismo «no le interesa la lucha feminista» y hay «una contrarreacción patriarcal frente a los avances del feminismo». En este contexto sitúa la filósofa «el paradigma del patriarcado violento que trata de imponer la cultura de la violación».  

Posada explica que «nos trasladan el mensaje de que nuestras conquistas nos ponen en el punto de mira de la violencia sexual».  

El feminismo, advierte, «ya no tiene marcha atrás». «No hay ningún movimiento social que consiga las movilizaciones que logra el feminismo», subraya. Aunque no cree que llegue a ser testigo de la igualdad real entre hombres y mujeres, la profesora apunta que «tiendo a ser optimista; el feminismo va a ir avanzando no sólo en Occidente, sino a escala planetaria. Es un proyecto de emancipación a escala planetaria».  

María Luisa Posada ha sido acusada de tránsfoba por defender que el sujeto político del feminismo son las mujeres y que no se puede diluir en una colectividad de minorías sexuales. «Yo no tengo nada contra los transexuales, transgénero y mínorías sexuales, pero el sujeto político del feminismo no puede diluirse en esas minorías», recalca.  

«Podemos tejer alianzas en unas cosas, pero en otras tenemos caminos bien diferentes», añade. Vientres de alquiler, prostitución y pornografía son algunos de los temas en los que la agenda feminista se separa de una parte de estas minorías sexuales que los defiende.