«La crisis climática es también una crisis social que nos hará colapsar»
Arranca en León Rebelión Científica con un acto en el campus de Vegazana
Marina Serna durante la presentación de Rebelión Científica en León. FERNANDO OTERO
Con escasa asistencia, pero con mucho ánimo arrancó ayer en León el grupo Rebelión Científica que enarbola la desobediencia civil como una acción necesaria ante la pasividad de los gobiernos a la hora de adoptar medidas frente al cambio climático,
«Tengo 19 años y ya estamos empezando a ver las consecuencias de la crisis climática. Me queda toda una vida por delante». La estudiante de Biotecnología Marina Serna, cabeza visible del grupo en León, explicó ayer en el acto de presentación de este colectivo en el campus de Vegazana que se ha involucrado pese a la gran dedicación diaria que le exigen sus estudios porque «quizá cuando acabe la carrera voy a estar más preocupada de cómo conseguir agua, alimentarme o protegerme del calor que de ejercer mi profesión».
El ambientólogo Víctor de Santos Herranz, representante de la plataforma a nivel estatal, advirtió que «no estamos solo ante una crisis climática, es una crisis social que va a hacer colapsar nuestras sociedades», advirtió. De Santos explicó las consecuencias más inmediatas de no atajar la emisión de gases de efecto invernadero para frenar el aumento de la temperatura se van a reflejar «en olas de calor que van a matar a muchas personas, migraciones masivas y ecofascismo derivado del rechazo a las personas migrantes».
Rebelión Científica se inspira en movimientos de desobediencia civil que han logrado hitos históricos como la independencia de la India, el voto de las mujer o la lucha racial en Estados Unidos. «Cuando se acaba la esperanza hay que pasar a la acción», señaló. Ha llegado el momento, afirmó, de que «los científicos salgamos del laboratorio para explicarle a la gente lo que está pasando».
En la web rebelioncientifica.es se puede acceder al manifiesto completo y rellenar el formulario para inscribirse en el colectivo, que nació vinculado a nivel internacional a Extintion Rebellion y a la plataforma Scientist Rebellion.
Las décadas de publicaciones científicas no han sido suficientes. Una de las peticiones que lanzan a los gobiernos es que se creen asambleas ciudadanas para tomar decisiones informadas científicamente sobre el «cambio drástico de modelo económico» que precisa la sociedad actual.