Los cuidados no pagados equivalen al 45% del PIB

ana gaitero | león

La la sostenibilidad de la vida en lugar de la acumulación de riqueza son los principios de la economía feminista, cuyos fundamentos trae a León Carmen Castro, economista y fundadora de la plataforma www.singenerodudas, dentro del foro organizado por la asociación Simone de Beauvoir en el Musac.

Frente a la «preeminencia de los mercados financieros» y la voracidad extractivista de los recursos del planeta de la economía ortodoxa desde el planteamiento feminista «los cuidados a las personas emergen como una necesidad social», explica.

Los cuidados y los trabajos domésticos, que actualmente están en manos de las mujeres de forma mayoritaria y no son remunerados, equivalen desde el 30% hasta el 45% del PIB, apunta la experta.

El reconocimiento de la aportación de los trabajos domésticos al PIB es simbólico, «no tiene un efecto redistributivo» pero «hace emerger el trabajo invisible», apunta. Esta economista resalta que hay que poner en cuestión el valor de intercambio de los bienes que pasan por la economía monetaria y visualizar en términos contables el trabajo doméstico, el voluntariado o las consecuencias económicas «perversas» que tiene un incendio.

«Tenemos que consensuar los mínimos de subsitencia que permitan atender a las necesidades básicas de la vida: comida, recursos energéticos, agua, vestido y vivienda», añade. La experta en economía feminista señala que «hemos tocado el techo ecológico del planeta y no podemos seguir parcheando, es insostenible». «Sin feminismo el planeta se va a pique. Acabaremos extinguiéndonos con la lógica voraz extractivista», añade esta experta.

Carmen Castro es crítica con las políticas que se han utilizado para gestionar los diez años de crisis porque «han provocado un efecto duro sobre grupos poblacionales que partían de situaciones de desventaja social, como las mujeres que ya tenían cifras de desempleo de dos dígitos». Firme defensora del permiso de paternidad, «es la mejor inversión para avanzar en corresponsabilidad», apunta que su coste es económicamente asumible: «Son 100 millones de euros cada semana más que tengan los padres y 1.200 millones hasta llegar a las 16 semanas», añadió. «Como la idea es hacerlo de manera paulatina es viable», recalcó.

En el foro de Mujeres, Empleo y Reparto de Trabajos también estará la propuesta del feminismo negro que se canaliza en España a través de la plataforma de Afroféminas. Su fundadora es Antoinette Torres, una licenciada en Artes de origen cubano que al llegar a España empezó a percibir los estereotipos que hay sobre su raza: «Somos identificadas como las personas que limpiamos y vulnerables». Se puso a trabajar para construir una red de conocimiento e intercambio de experiencias que actualmente visitan cinco millones de personas.

Hablará de la interseccionalidad del feminismo y reivindicará la voz propia como legitimadora de las experiencias frente al feminismo blanco que «excluyó de forma clara a las mujeres negras y sigue ocurriendo lo mismo» de formas a veces sutiles. «No puedes decir que te han echado, pero es así», denuncia. Reclama Torres que las políticas de igualdad tengan en cuenta a la mujer negra.