Diario de León

Embajadores del clima en Babia

La lección trashumante de jóvenes que vencieron al cáncer. Candela, Alejandro y Anabel son tres de los protagonistas de la cuarta edición de la Aventura Trashumante entre Lobos y Mastines que organiza la Fundación Maraton Dog en Babia con el apoyo de Tiendanimal. Junto a otros cinco chicos que han superado completan su formación como embajadores del clima junto a los rebaños trashumantes que suben a los puertos de La Cueta.

Foto: DL

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Frenar el deshielo en el Ártico y conservar la trashumancia tienen más en común de lo que aparenta la enorme distancia, casi tres mil kilómetros, que separa a Babia de Islandia. Ambas misiones requieren un gran coraje, algo que no les falta a los ocho jóvenes que participan en el primer turno de la Aventura Trashumante entre Lobos y Perros después de haber superado un cáncer.

Un total de 20 jóvenes, repartidos en tres tandas, disfrutarán de esta aventura que une a León y Andalucía, como las ovejas unieron territorios distantes para aprovechar las bondades de los pastos de altura en verano y de las dehesas y riberas en invierno.

Los protagonistas de la cuarta edición de esta iniciativa solidaria se ‘graduarán’ en Babia como embajadores del clima tras conocer de primera mano la emergencia climática en el Ártico y la función que las ovejas cumplen en la conservación de ecosistemas tan emblemáticos como la Reserva de la Biosfera y como cortafuegos natural.

«Desde que superé el cáncer me siento más madura y tener la oportunidad de estar en el Ártico me ha hecho más fuerte y aprender a valorar las cosas de verdad», confiesa Candela, una joven granadina de 17 años que ha descubierto en La Cueta de Babia la dura y fascinante vida de pastores trashumantes como Nemesio, con el que han probado los madrugones a las seis de la mañana para sacar al ganado al monte con la fresca y las exquisitas migas que les preparó en un caldero tradicional de pastor.

De Ismael, un pastor ya jubilado, han escuchado el testimonio vivo de cómo era la trashumancia cuando los rebaños de Babia bajaban a Extremadura. Su primer viaje a los extremos fue con 9 años, desde Torrestío. Nemesio también empezó de niño.

A Alejandro, un joven sevillano de 18 años que estudia Sociología, le ha llamado la atención la pasión de los pastores por el trabajo y las condiciones tan duras en que trabajan durante largas jornadas. Descubrir que las ovejas transportan miles semillas de un sitio para otro en sus heces y que gracias a la limpieza que realizan pastando protegen a los montes de los incendios ha sido una lección magistral para este joven al que le han visto crecer en un hospital, pues aunque le dieron el alta de su cáncer con dos años hasta hace poco ha estado sujeto a revisiones médicas periódicas.

Alejandro ha participado en el Desafío Ártico y ahora en la Aventura Trashumante entre Lobos y Mastines de Maraton Dog. «Ambas experiencias tienen en común que se desarrollan en la naturaleza y su vinculación con el medio ambiente y el cambio climático». Los valores tradicionales que conservan tanto en Islandia como en Babia son otro de los rasgos que comparten estos lugares, comenta el joven.

Para Anabel, estudiante de Química de Jaén, la experiencia convivir con los pastores y los rebaños en Babia ha supuesto descubrir «la importancia que tiene el pastoreo» y un acicate para hacer algo para que se valore. En el congreso que se celebrará en la Universidad de Málaga en otoño, tendrá la oportunidad de contar su experiencia a más de un millar de personas.

Esta joven fue diagnosticada de leucemia con tres años y hace cinco que recibió el alta de tratamientos, aunque sigue en revisiones. «Lo pasé de muy chica y estar con gente que ha pasado por lo mismo te hace empatizar», subraya. Una experiencia que, en su conjunto, le ha dado a la vez madurez personal y conocimiento de la cultura pastoril.

Del papel de los perros, mastines y careas, en este oficio milenario han aprendido de un maestro y criador como es el leonés Félix García, quien les habló de «cómo el lobo se convirtió en perro y este a su vez en mastín», de las especiales circunstancias que hicieron de los pastores y ganaderos de León «seleccionarán un tipo de perro tan concreto y especial para proteger a sus rebaños» y «la importancia de los mismos en la conservación de predadores silvestres, hecho que hace de las montañas leonesas un espacio único en Europa occidental».

La decana de la Facultad de Veterinaria de León, María Teresa Carbajo, les dio otra lección magistral sobre los cuidados, la cría y la reproducción que requieren los perros. Para rematar la inmersión en la cultura local, los jóvenes participaron ayer como padrinos del Concurso Nacional de Mastines que se celebró en Villablino.

La Cueta, el pueblo a más altitud de la provincia, es el campo base de esta aventura que tiene entre sus objetivos difundir la belleza y el potencial de una provincia que es una «gran desconocida» a través del mundo del perro y la función que cumple en ecosistemas tan dispares como el polo Norte o las montañas leonesas. comenta Manuel Calvo.

un documental

En los próximos turnos habrá algún joven leonés, aunque todavía no se ha alcanzado la cuota deseada. El próximo verano se espera que el 50% de participantes proceda de Castilla y León y, en particular de la provincia leonesa, donde el proyecto cuenta con el respaldo de la Diputación provincial.

«La trashumancia juega un papel importantísimo en la lucha contra el cambio climático», afirma Manuel Calvo, presidente de la Fundación Maraton Dog, promotor de esta iniciativa que cumple cuatro ediciones y de la que este año quedará constancia en el documental ‘Aventura Trashumante-Entre Lobos y Mastines’que se rueda estos días con la participación de los jóvenes, pastores, criadores de perros y vecinos de La Cueta.

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