Empleos dignos y sin roles de género en los cuidados
La ULE analiza en unas jornadas, que dirige la catedrática Rodríguez Escanciano, el sector de atención a las personas
Una profesional acompaña a una familiar en el día de la reapertura tras la vacunación. MIGUEL TOÑA
‘Por un empleo digno en el sector de cuidados: superando los roles de género’ es el título de las jornadas que comienzan hoy en la Universidad de León de forma online bajo la dirección de la catedrática de la catedrática de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social, Susana Rodríguez Escanciano y coordinadas por las profesoras Mª de los Reyes Martínez Barroso y Henar Álvarez Cuesta.
Tres jornadas se trata de ponencias y debate darán visibilidad al perfil real de quienes llevan a cabo los trabajos de cuidado de personas dependientes, aquellas que durante un período prolongado de tiempo requieren de ayuda para realizar ciertas actividades cotidianas (vestirse, comer, asearse...) que las convierten en personas vulnerables que necesitan ayuda de otras.
Susana Rodríguez Escanciano, directora del programa, subraya que «pese a tratarse de un sector de la actividad de gran calado social, tal y como ha puesto de manifiesto la expansión de la covid-19, en realidad agrupa a un colectivo abrumadoramente minusvalorado y claramente feminizado, con escasa cualificación, con condiciones de trabajo especialmente devaluadas, cuyos ingresos están en la generalidad de los casos por debajo del salario mínimo interprofesional en relación con las horas trabajadas y muy frecuentemente tampoco están dadas de alta en la Seguridad Social. Es necesario que se adopten medidas concretas dentro del marco de la legislación laboral para garantizar un trabajo decente a quienes realizan tareas de cuidado».
La catedrática de la ULE explica cómo «la pandemia ha expulsado del mercado de trabajo a las mujeres que venían desarrollando su actividad en sectores más precarizados y esto hará que nos enfrentemos a una tendencia más acusada de feminización de la pobreza». Además, otra línea clave de análisis en estas jornadas es la brecha digital de género y sus consecuencias para el desarrollo del teletrabajo, y los efectos negativos que conlleva el trabajo en remoto por esa atadura de la mujer al rol de cuidadora.
Atención prioritaria a las tareas de cuidado, horarios fraccionados o simultáneos para labores profesionales y domésticas acarrea –según Susana Rodríguez Escanciano- «consecuencias negativas en un doble plano: desde la perspectiva laboral, es previsible un escaso rendimiento y desde el punto de vista personal, la sensación de insatisfacción será máxima quedando resentida su salud física y psíquica».