Diario de León

«Es mi abuelo y todos los desaparecidos que buscan»

Flores para Francisco en Geras. La exhumación de Francisco Alonso, vecino de Trobajo del Camino asesinado durante la Guerra Civil en Geras de Gordón, finalizó ayer con el rescate de todos los restos de la cuneta y un ramo de flores que dejó su nieta. .

Una voluntaria de la ARMH limpia cuidadosamente los huesos del esqueleto de Francisco Alonso, paseado hace 81 años en Geras de Gordón. FERNANDO OTERO

Una voluntaria de la ARMH limpia cuidadosamente los huesos del esqueleto de Francisco Alonso, paseado hace 81 años en Geras de Gordón. FERNANDO OTERO

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ana gaitero | geras de gordón

Una fosa más se suma al mapa de la memoria histórica. La Revuelta de Geras, una pronunciada curva en el kilómetro 11 de la carretera hacia el puerto de Aralla, quedó abierta y los restos humanos de Francisco Alonso Alonso, el matachín de Trobajo del Camino paseado tras la caída del Frente Norte durante la Guerra Civil, en noviembre de 1937, rescatados su examen y posterior entrega a la familia.

En tres jornadas llenas de emoción, especialmente a partir del miércoles por la tarde, cuando aparecieron los primeros huesos, se consiguió rescatar los restos humanos que llevaban enterrados 81 años y que según todos los indicios fueron removidos durante las obras de ampliación de la carretera.

La primera vértebra apareció al lado de la carretera, otros huesos se encontraron a un metro, otros a tres y el grueso del esqueleto a cuatro metros de distancia del asfalto, según explicó Serxio Castro, arqueólogo y voluntario de la ARMH (Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica).

«Es mi abuelo y un símbolo de todos los desaparecidos que buscan. Todas las familias tienen derecho a encontrar a sus muertos y enterrarlos», sentenció Camino Alonso. Tras poner un ramo de flores en el lugar donde se encontraba sepultado su abuelo, respiraba tranquila tras una semana «cargada de emociones y tensión».

Mientras a Luis Alonso Luengos, el hijo pequeño de Francisco, le cambiaban el marcapasos en el hospital, el voluntariado de la ARMH recogía con sumo cuidado los restos del esqueleto de aquel padre que no conoció y que solo tuvo oportunidad de verle en una ocasión cuando tenía nueve meses de vida.

Francisco Alonso fue advertido tras el golpe del 18 de julio de 1936 de que «iban a por él» y escapó de casa al día siguiente. La familia lo creyó trabajando en el matadero de Noreña, aunque con el expediente rescatado de los archivos han visto que también fue soldado de avituallamiento en el Frente Norte junto a las tropas republicanas.

También figura como afiliado al PCE en octubre de 1936, meses después de huir de casa por lo que la familia siempre ha creído que lo mataron por «malos quereres» aprovechando la derrota del frente republicano en la cornisa cantábrica.

Creen que bajó de las montañas animado por la promesa de que «a los que no tenían delitos de sangre no les pasaría nada». Pero alguien le prendió y lo mató. Su esposa, Nicolasa Luengos, recibió la noticia a través de otros carniceros que conocían a su marido, un hombre reconocido en el gremio.

En 1944 se acercó al Registro Civil de La Pola de Gordón para recabar su partida de defunción. «Muerto a consecuencia de la guerra», reza el informe del Juzgado de Paz que dio pie a la partida. «Si mi abuela no hubiera tenido el coraje de venir a por la partida no hubiéramos podido buscar a mi abuelo, porque no hubiera quedado nada», apostilla Camino Alonso.

Otra cosa que ha agradecido la familia en todo el proceso de búsqueda es la «valentía de las mujeres» que no dejaron morir la historia en la cuneta y la transmitieron de generación en generación hasta que llegó a sus oídos, hace apenas unos años. Sin decir una palabra, tirando un pañuelo, indicó el lugar de la tumba de Francisco. Y no falló.

Fue a mediodía se empezó a ver el cráneo y se tuvo la certeza de que iban a encontrar algo más que unos huesos sueltos.

Con la dentadura en perfecto estado, hay una total garantía para hacer la extracción de ADN y cotejarla con el de su hijo que es el familiar más directo. Estas pruebas se realizan con la ayuda de los laboratorios de Argentina especializados en identificación de víctimas desaparecidas.

«Son un equipo maravilloso, han trabajado con una delicadeza y profesionalidad impresionantes y nos han dado información en todo momento», resaltó la nieta. Camino Alonso recuerda que el trabajo que hace la ARMH está financiado por una veintena de entidades internacionales y que la fosa de su abuelo «se ha podido exhumar gracias a un sindicato de electricistas noruegos».

«Nos debería de avergonzar. Con la memoria estamos igual que cuando nosotros recogíamos dinero en la escuela para mandar a los niños de África», subrayó. La nieta de Francisco transmitió este mensaje al mismo alcalde de La Pola de Gordón, Francisco Castañón, quien se acercó ayer por la tarde hasta la fosa: «Si el Ayuntamiento se hiciera cargo de lo que ha costado la pala habría para abrir otra», añadió.

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