Diario de León

Ideas para la educación global

Un proyecto de docencia internacional traslada a León a dieciocho profesores y estudiantes de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, España, México, Perú, Puerto Rico y República Dominicana para compartir con el Hogar de la Esperanza iniciativas educativas globales. El centro de León, al que acuden niños de familias gitanas y de varias nacionalidades, se abre para adquirir nuevas competencias educativas.

Docentes y menores juegan en una de las aulas. FERNANDO OTERO

Docentes y menores juegan en una de las aulas. FERNANDO OTERO

León

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Alicia García Montufar tiene 22 años. Estudia Educación y Gestión del Aprendizaje en Perú y hace prácticas en el colegio Villamaría de Lima. Enseña a niñas entre 12 y 13 años a fortalecer sus estrategias para ser «líderes, católicas y emponderadas» en un país «en el que la mujer sufre una fuerte discriminación». «En Perú tenemos un gran problema con la corrupción, los valores se han ido perdiendo con el tiempo. El objetivo en nuestra escuela es enseñar a las niñas que aunque vean situaciones difíciles a su alrededor ellas pueden cambiarlo. En las aulas encontramos niñas con mucho talento que como no pueden desarrollarlo lo traducen en rebeldía».

Alicia es una de las dieciocho personas seleccionadas por la Fundación SM para participar en León en un programa de docencia internacional para intercambiar experiencias y fomentar habilidades y aptitudes pedagógicas. El centro seleccionado para este intercambio es el Hogar de la Esperanza, un centro gestionado por Secretariado Gitano, un espacio público inclusivo que tiene matriculados 64 alumnos de distintas nacionalidades, 38 en plazas concertadas, y 26 privados.

La Fundación SM trabaja desde hace seis años con docentes de distintos países latinoamericanos «desde la ética del cuidado». La directora de la Fundación SM, Maite Ortiz, asegura que la experiencia que se viva en León servirá para cerrar un estudio para implementar un proyecto replicable en centros de todo el mundo en el marco de la convocatoria Aula Go. Los educadores participantes realizarán tres propuestas educativas para el desarrollo de competencias globales, las relaciones que se establecen en la escuela y el desarrollo de la ética del cuidado a ellos mismos, a los otros y al planeta. «Tenemos que atender a los desafíos que están por llegar y tenemos claro que la escuela actual debe tener una visión global, un trabajo colaborativo y una metodología activa».

Los 18 jóvenes docentes que participan en esta iniciativa proceden de Argentina, Brasil, México, Perú, Puerto Rico y República Dominicana seleccionados entre 140 aspirantes que querían participar en este proyecto.

Aline Oliveira tiene 26 años y trabaja en un proyecto educativo en São Paulo, Brasil. un ‘territorio educativo de travesías’ con la participación de niños y niñas de las escuelas públicas en siete zonas de la ciudad. «En la región central de São Paulo conviven dos realidades, con colegios a los que van los hijos de la clase más alta y otros de escuelas públicas con menores vulnerables, que son invisibles de las escuelas Armando de Arruda, Gabriel Prestes, Patricia Galvao y Marina Cintra. El proyecto, que sigue en marcha, tiene como objetivo las una vuelta a la educación, un cambio para salir a la calle, hacerlos visibles, mostrar que en ese mismo barrio conviven niños y niñas vulnerables, organizamos picnics en la plaza pública con la participación de más de 300 niños, salidas a la calle con cánticos, para que se les oiga, y bicicletadas con libros que se pasan por las escuelas».

El proyecto de la Fundación SM pretende incentivar a los niños y jóvenes en las habilidades para el aprendizaje, la mejora del rendimiento académico y docente y evitar el abandono temprano escolar de los niños.

Irene Velado, coordinadora d la Fundación Secretariado Gitano de León, espera que este intercambio de experiencias ayude a posicionar el Hogar de la Esperanza como un centro innovador «y sea un referente para trabajar la innovación para aumentar el número de alumnos que vayan más allá de los estudios secundarios».

Según la Fundación Secretariado Gitano, los niveles educativos de la población gitana se encuentran por debajo del conjunto de la población, con una brecha que se hace más evidente antes de la finalización de la Enseñanza Secundaria Obligatoria ya que el 64% del alumnado gitano de entre 16 y 24 años no finaliza los estudios obligatorios, frente al 13% del conjunto del alumnado. Entre los 15 y los 16 años hay un descenso de la escolarización de este grupo. Entre los 15 y los 16 años hay un gran descenso de la escolarización de este grupo. A los 15 años, el 86,3% del alumnado gitano se encuentra escolarizado, frente al 97,7% del conjunto de la población «pero a los 16 años desciende a un 55%, mientras que en el resto del alumnado es de un 93,5%».

En esta experiencia educativa participa el mexicano Samuel Navarro, de 24 años, profesor de Primaria en la escuela Celerino Cano. «Me gusta el hecho de compartir con aquellos que por situación de edad son más vulnerables. Fuera de la escuela, los adultos piensan que son pequeños y no tienen capacidad para decidir cosas, no les dan protagonismo. Me gusta que los niños propongan, que participen, escuchar sus necesidades porque eso ayuda a desarrollar sus competencias. Hay que dar protagonismo a los niños y las niñas para que propongan soluciones ambientales, de igualdad de género y de acceso al trabajo y de condiciones sociales».

Los docentes que participan en el proyecto se benefician de la experiencia de los pedagogos de otros países y aprenderán en León el plan de estudios implementado en el Hogar de la Esperanza, con un alumnado procedente de entornos desfavorecidos de todas las nacionalidades, aunque mayoritariamente son de familias gitanas.

El resultado de esta experiencia se plasmará en un estudio que será presentado el viernes en Madrid. Las propuestas servirán para que los docentes participantes impulsen en sus distintos países las nuevas estrategias aprendidas. «Desplegar por el mundo el aprendizaje, con la ética del cuidado y la ciudadanía global».

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