Diario de León

El Fiscal del caso recurrirá la sentencia y el abogado defensor se muestró muy satisfecho

Un juez condena al «caníbal de Roteburgo» a ocho años de cárcel

El asesino podría salir a la calle en cinco años, en el 2008, por buena conducta

Weiwes durante un momento del juicio en el que conoció la sentencia

Weiwes durante un momento del juicio en el que conoció la sentencia

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Guillem Sans - berlín
León

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La condena a ocho años y medio de cárcel por homicidio contra el «caníbal de Roteburgo», dictada ayer, es una sentencia salomónica con la que los jueces alemanes han pisado un terreno jurídico virgen, y ha causado cierta sorpresa porque abre la posibilidad de que el condenado sea liberado en cinco años. La Audiencia Provincial de Kassel (centro de Alemania) declaró culpable a Armin Meiwes, el alemán de 42 años que mató, descuartizó y se comió a otro hombre un año mayor que él, con su consentimiento, en un crimen con el que ambos satisficieron sus fantasías. El fiscal, Marcus Koehler, pedía cadena perpetua por asesinato con motivación sexual y perturbación del descanso de los muertos, mientras que el abogado, Harald Ermel, reclamaba una condena proporcionada por homicidio con consentimiento de la víctima. «Se trata de un comportamiento condenado por nuestra sociedad: el canibalismo», señala el juez Volker Mütze al principio de la argumentación de la sentencia, y advierte que «nos encontramos en un ámbito en los límites del derecho penal, pues faltan precedentes». No fue asesinato Meiwes no mató a su víctima, como sostenía la acusación, sólo para satisfacer sus apetitos sexuales, pues el placer que experimentó el caníbal al matar y trocear a la víctima no fue «un motivo dominante» del crimen, sostuvo el juez. El condenado confesó que grabó el crimen en vídeo para masturbarse después viendo las imágenes, una cinta de varias horas de duración que fue usada como prueba en el proceso. El magistrado sostiene que el caníbal se comió a su víctima para establecer «la unión más estrecha posible» con ella, y su móvil no fue obtener «sexo y placer», sino «seguridad y recogimiento». «Me alegro de que termine todo», manifestó Meiwes antes de escuchar la sentencia, que recibió con la misma serenidad con la que participó en el proceso. El fiscal anunció que recurrirá la sentencia de la Audiencia Provincial de Kassel (centro de Alemania), mientras que el abogado se mostró satisfecho con el fallo. El fiscal, Marcus Koehler, había solicitado cadena perpetua por asesinato con motivación sexual y perturbación del descanso de los muertos, mientras que el abogado, Harald Ermel, se dio por satisfecho y vaticinó que su cliente «saldrá a mediados de 2008». Asimismo, el abogado manifestó tras conocer la sentencia que «Meiwes no lo volverá a hacer, con toda seguridad», y recordó que su cliente anunció que se someterá a una terapia. Los hechos sucedieron en marzo del 2001, cuando la víctima, un ingeniero diplomado, viajó desde Berlín a la localidad de Roteburgo del Fulda para someterse a los deseos del caníbal, al que había conocido a través de internet, tras constestar su petición de que necesitaba alguien para comerse, y que fue detenido en diciembre del 2002 y condenado ayer tras un largo proceso de dos meses repleto de cosas desagradables.

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