La magia de la robótica

Uno de los proyectos estrella del colegio público Gumersindo de Azcárate es el ‘Makey, Makey’, una herramienta que favorece el trabajo en equipo del alumnado y la creatividad con el uso de técnicas de robótica. «Están motivadísimos», asegura Marcelino Grandmontaigne. En la clase de ciencias sociales un grupo eligió dar a conocer las capitales de provincia de la Comunidad, con sus principales monumentos. Lo primero que hacen es buscar información sobre la población y el patrimonio que van incluir. A partir de ahí, lápiz y papel en mano, empieza la fase de programación. El lenguaje computacional permite que mediante una serie de cables y un material conductor de la electricidad —suelen usar plastilina o papel de aluminio— el alumnado haga hablar al ordenador la información que le ha suministrado, mediante sonidos, imágenes o textos. Apenas se dan cuenta del esfuerzo que supone buscar la información e introducirla en el sistema. La robótica no es magia, pero funciona crea la misma ilusión. En realidad, es la programación visual con Scratch, un lenguaje computacional desarrollado por el MIT Media Lab. El Makey, Makey se ha desarrollado con la ayuda de Samsung, mientras que el Classroom, otra de las plataformas de aprendizaje, se debe a una alianza con Google. Ser un colegio BIT —Bilingüismo, Integración y Tecnología— ha favorecido esta inmersión en la tecnología con apoyo de la Junta y de Ayuda en Acción, cuya colaboración ha sido decisiva en los cuatro años de transformación capitaneados por la directora, Pilar Bahamonde. La guinda la ha puesto su candidatura al premio de Innovación Educativa.