Diario de León

Alimentación

Legumbres, si te quieres las comes

Tres o cuatro raciones de legumbres a la semana son lo aconsejable para una dieta equilibrada y sana. Así lo aseguró ayer, Día Mundial de las Legumbres, la catedrática de la ULE, Camino García Fernández, en la Escuela de Ingeniería Agraria y Forestal. Las IGP Lenteja Tierra de Campos y Alubia de La Bañeza-León reivindicaron su potencial para el desarrollo futuro de León y sus pueblos.

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Cada persona debería consumir siete kilos de legumbre al año. Así lo recomienda la Organización de la Salud (OMS) para una dieta saludable. En León, la población está lejos de esta cifra. Según el último informe sobre el consumo de alimentos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, el consumo per cápita en Castilla y León es de 2,88 kilogramos al año, algo por debajo de la media de España, que está en 3,20 kilos.

El perfil consumidor son hogares formados por parejas con hijos de edad media, mayores, así como parejas adultas sin hijos o retirados. Desterradas de la dieta en las últimas décadas como alimento de pobres, según el informe de 2018 son las personas de clase alta las que presentan un mayor consumo de legumbres por perfil socioeconómico.

«La legumbre es el alimento más completo y urge que el consumidor tenga esta percepción», aseguró ayer la catedrática de la ULE e investigadora del Instituto de Ciencia y Tecnología de los Alimentos (Ictal).

En los actos del Día Mundial de las Legumbres organizados en la Escuela de Ingeniería Agraria y Forestal de la ULE se reivindicaron como un alimento equilibrado, sostenible, rico en proteínas y fibra, con pocos lípidos, los necesarios hidratos de carbono.

García mencionó su papel para mantener la flora intestinal, debido a los hidratos de carbono complejos no digeribles y subrayó que esta cualidad las convierte en una fuente muy valiosa para la investigación básica. «La microbiota influye en nuestra inmunidad y se sabe que la gente obesa tiene un perfil de flora diferente al de la gente que no lo es», precisó.

Las legumbres tienen su importancia como fuente de vitaminas, sobre todo del complejo B, ácido fólico, niacina y tiamina, y por minerales como el potasio, magnesio, fósforo, calcio y hierro. La proteína vegetal es la «mejor proteína, la más barata y de poco impacto ambiental», remató.

La investigadora recalcó que hay que desterrar el mito de que comer legumbres es comer fabadas o potajes cargados de grasas animales. Y señaló que complementadas con arroz son un alimento completo. Para atraer al consumo de legumbres a la gente joven hay que ir a nuevos preparados como el humus y recetas adaptadas al gusto actual.

Camino García recalcó que León es la provincia con mayor diversidad de alimentos de calidad de la Comunidad y todos ellos, las legumbres también, son una oportunidad «para hacer patria y mantener el medio rural. Sólo la industria alimentaria puede fijar población en el campo como nos ha demostrado la crisis», señaló.

Como alimento de proximidad también se ajustan a los objetivos 2030 de desarrollo sostenible y ocupan un lugar preeminente en el famoso Plato de Harvard que es la nueva guía alimentaria, frente a la vieja pirámide, para comer saludable. Esta dieta contiene un 75% de alimentos del mundo vegetal.

La científica advirtió de que no se trata solo de comer sano. «Puedes comer pero hay que gastar. No podemos estar agarrados al ordenador o a los videojuegos. Hay que comer más vegetal pero ser más animal», sentenció. «La legumbre es un alimento de futuro, hay que educar al consumidor porque hay un gran marketing de alimentos para atraerle con estrategias», añadió.

Desde el punto de vista de la investigación, la catedrática destacó que «hay que ampliar los estudios en cuanto a contenidos de fitoquímicos», compuestos que producen las propias plantas y que se consideran protectores frente al cáncer. Las diferentes variedades de alubias, por ejemplo, pueden traducirse en unas propiedades distintas que aún no se conocen.

Las propiedades ambientales de las legumbres también fueron ponderadas. No requieren fertilizantes, fijan su propio nitrógeno y consumen poca agua. Sin embargo, si las legumbres son de importación —el 80% de las que se consumen en España— los beneficios ecológicos que se ganan en América se pierden con la huella de carbono que deja su transporte transoceánico, como señaló José Andrés García, presidente de la IGP Lenteja Tierra de Campos.

Esta legumbre, que llegó a suponer el 30% de la renta de la agricultura en los años 70 y se cultivaba mucho en la comarca de Los Oteros, llegó casi a desaparecer tras una primera incursión estadounidense como importador para convertirse después en uno de los principales exportadores.

El camino para recuperarla ha sido largo. En 1999 cinco cooperativas iniciaron la IGP Lenteja Tierra de Campos, que se logra en 2007. De las 400 hectáreas iniciales en la IGP actualmente hay 5.800 y se aspira a alcanzar las 10.000 al final de la década.

León es líder en envasado de legumbres en España con casi 170.000 toneladas anuales. «Si tienen el producto aquí no tienen que depender de vaivenes de mercados internacionales y nuestra huella de carbono va a ser mínima», subrayó García.

El presidente de la IGP Alubia de La Bañeza-León, Apolinar Castellanos, comentó que en los años 90 «al ver que el cultivo de la alubia decaía, nos propusimos conseguir el sello calidad». El proceso fue largo y lleno de obstáculos. En 2006-07 se logró, pero las plagas han sido una traba constante.

En 2019 se cultivaron en León 4.160 hectáreas de alubias, de las que tan solo 380 hectáreas están en la IGP. En los años 70 llegó a haber 70.000 hectáreas de alubias en la provincia. «Las legumbres son riqueza para una provincia como León», subrayó.

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