Diario de León

SOLIDARIDAD

León en rosa reta al cáncer de mama

Siete mil mujeres de todas las edades se sumaron ayer en León a la carrera de la Mujer de Almon para hacer visible el cáncer de mama y colaborar a que se investigue. La ola rosa recaudó 35.000 euros para la 'causa'

Carrera de la mujer de Almon. F. Otero Perandones. FERNANDO OTERO PERANDONES

Carrera de la mujer de Almon. F. Otero Perandones. FERNANDO OTERO PERANDONES

León

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Todas querían llegar a la meta. Adriana Díaz García, Marta García García y Vanesa Fernández Grande fueron las tres primeras en cruzar el arco triunfal y las siete mil restantes cumplieron el propósito de sumar sus pasos a los avances para salvar vidas frente al cáncer de mama. El último domingo de octubre, y van siete, la fuerza rosa contagió a León con la gigantesca ola de mujeres que corrieron, trotaron, pasearon y hasta patinaron a favor de «la causa».

Millones de pasos rosas se transformaron en 35.000 euros a favor de la investigación para parar y curar el cáncer de mama, una enfermedad que padecerán una de cada ocho mujeres a lo largo de la vida y, que, como dijo Rocío, paciente a punto de recibir el alta después de seis años, «nos afecta a todo el mundo de una u otra forma». El pistoletazo de salida lo dio el alcalde de la ciudad, José Antonio Díez, a las 11 de la mañana a las puertas del Hispánico, pero el disparo de energía rosa, muy rosa, lo hicieron todas a una, y cada una a su ritmo, por los cinco kilómetros de recorrido de la Carrera de la Mujer por las calles de León.  

Algunas caminaron con la ayuda de muletas, otras tirando del carrito de su bebé y no pocas acompañadas de sus mascotas. Con patines y patinetes, con faldas y ... a lo rosa. El objetivo en el entrecejo. «Quiero llegar a la meta», exclamó una participante al entrar en el estadio.  

Entre amigas, en familia, solas o en grupo perfectamente orquestado. Con orden militar, apiñadas y con alegría festiva se deslizaron como gacelas casi cincuenta alumnas suboficiales de primer curso la Academia Básica del Aire. Con la teniente Colom al frente, ondeando su guión titular y entonando el cancionero militar dieron bríos y brillo a su esfuerzo rosa. «Es una forma de apoyar la causa y de juntarnos con la sociedad. Es su primer año y cada una procede de un sitio distinto», explicó la oficial.  

La carrera, cómo no, también fue intergeneracional. Inés, Jimena y Valeria, entre las más pequeñas, es el segundo año que corren por las mujeres que padecen cáncer de mama y para ayudar a su curación y prevención. «Queremos que aprendan a ser solidarias», dijo su madre. El padre iba de apoyo y fue quien recordó que en la familia también han tenido un caso que, por suerte, se curó. «Nos gusta venir», dicen sonrientes a pesar de que el tráfico les hizo correr detrás de la carrera.  

Pilar, la farmacéutica de Villadangos del Páramo, participó por primera vez animada por la iniciativa del Colegio Oficial de Farmacéuticos de León que, con motivo de su próximo centenario, regaló la inscripción a cuantas colegiadas quisieron sumarse. «A mi madre le salvó la vida una mamografía», recuerda. «Tiene 88 años y hace 23 que le diagnosticaron y operaron cuando empezaron a hacer las pruebas», explica. Por suerte, también se curó.  

Rebeca y Jéssica es el tercer año que hacen la carrera en patines. «Nos resulta más divertido, aunque al principio cuesta porque hay mucha gente», señalaron las adolescentes.  

Todas querían llegar a la meta. Pero, sobre todo, todas querían poner su grano rosa. «Por la causa», como dijo una joven se incorporó entre las rezagadas. Iba por ella y por todas. Iba por la ciudad. «Me parece importante participar. Simplemente ver la ciudad de color rosa ayuda a que la gente se conciencie», explicó otra corredora.

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