Leonor de Borbón: «Hacéis sentir que las cosas pueden cambiar para bien»

«La situación económica mundial, la seguridad energética o la crisis medioambiental son enormes desafíos a los que se suma una guerra en Europa», dijo don Felipe tras repasar los méritos de los premiados. Una guerra que dura ya ocho «interminables» meses y que causa «un daño inmenso e irreparable». «Trae consigo el terrible recuerdo y la pesada sombra de otros tiempos, amenazando nuestro presente y nuestro futuro», dijo el Rey. «Destruye vidas, proyectos de futuro, ilusiones y esperanzas, sentimientos y emociones personales», lamentó el monarca que se refirió al «horror que ha regresado a la Europa del Siglo XXI, que persiste en otros lugares del mundo, y que representa siempre un gran fracaso para la humanidad». Cuanto nos enriquece como seres humanos es «víctima del conflicto», aunque cree el Rey que «la guerra jamás va a destruir la Cultura ni los valores que representa, ni la libertad y la dignidad de los seres humanos». Unos valores «que son la esencia de estos Premio y que representa Europa», dijo don Felipe. Recordó que el origen de la UE «fue la búsqueda de una paz permanente tras la devastación causada por las dos grandes guerras mundiales». Y que la idea de Schuman de una Europa unida en paz «sigue plenamente vigente».

«La guerra del régimen de Putin contra Ucrania es contra todo el mundo democrático y amenaza los valores imprescindibles de la democracia: la libertad y la verdad que defendemos desde ‘Gazeta Wyborcza» coincidió con Don Felipe el fundador y director de este diario, el periodista polaco Adam Michnik, ganador del premio de Comunicación y Humanidades. Unos valores «de nuevo amenazados por la criminal agresión del régimen de Putin contra Ucrania». Se dolió Michnik por los saqueos, violaciones, torturas y asesinatos «perpetrados por el ejército de Putin», pero advirtió que «Putin no es Rusia». Pidió a los rusos opuestos a la barbarie bélica que se manifiestan abiertamente. «Son quienes defienden el honor de Rusia, como lo hicieron Sájarov y Solzhenitsyn; como Thomas Mann defendió el honor de Alemania durante los años del apocalipsis nazi», dijo. «Esta es una guerra malvada desencadenada por hombres malvados que, poseídos por la locura del imperialismo de la Gran Rusia, nos recuerdan hoy de lo que son capaces los hombres envenenados por la mezcla de nazismo y bolchevismo, y por su crueldad y anarquía», dijo Michnik en un discurso que cerró citando a Cervantes y Unamuno y poniendo a España «como modelo a seguir para salir de la dictadura».

Con aplomo y decisión, la princesa de Asturias elogió a los ganadores demostrando conocer sus méritos, en especial el periodismo «responsable y riguroso» de Michnik. Reconoció que la labor de los premiados le ayuda «a entender mejor el mundo que nos rodea». «Los jóvenes somos conscientes de que la situación actual no es fácil, de que el mundo ha cambiado y sigue cambiando y de que la mejor manera de progresar pasa por mantener el entusiasmo por conocer, equiparnos con responsabilidad y capacidad de esfuerzo, aprender de los que saben, de quienes hacen lo suyo de manera impecable, a menudo en silencio», dijo la heredera de la corona. Por eso «escuchar, admirar y reconocer la excelencia de nuestros premiados nos hace sentir que las cosas siempre pueden cambiar para bien» concluyó. El dramaturgo Juan Mayorga, (Premio de las Letras), el arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma, (Ciencias Sociales), y la emprendedora social Ellen MacArthur, (Cooperación Internacional), pronunciaron antes sus discursos ante los demás galardonados: Carmen Linares y María Pagés (Artes) —que cantaron y bailaron a Juan Ramón Jiménez—, Shigeru Ban, (Concordia), y Yann LeCun y Demis Hassabis, (Investigación Científica y Técnica) junto a Yoshua Bengio y Geoffrey Hinton, quienes no pudieron viajaron por recomendación médica. Leonor de Borbón llegó a España el jueves, procedente de Cardiff, en Gales, donde cursa el segundo curso de bachillerato en el Atlantic College.