Diario de León

«Marzo fue brutal, pero el virus desapareció en mayo de Mensajeros de la Paz»

La residencia Mensajeros de la Paz en La Bañeza normaliza las actividades.

La residencia Mensajeros de la Paz en La Bañeza normaliza las actividades.

León

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El Complejo Residencial Mensajeros de la Paz, gestionada por el padre Ángel, sufrió «de forma brutal» la embestida del virus en marzo, al inicio de la pandemia. Su directora, Tomasa Gorgojo del Ganso, lo recuerda como los peores momentos de su vida «y de 17 años de dirección». En este centro fallecieron 70 de los 240 residentes y 55 trabajadores se infectaron. «El virus entró muy fuerte. Toda la área de salud de La Bañeza estuvo muy castigada. Nuestro complejo es un centro de residencia como un pueblo, con plaza, iglesia y otros servicios. El 28 de febrero, unos días antes se celebraron los carnavales. Creo que eso facilitó al expansión del virus». Esta residencia está limpia de coronavirus desde hace casi un año. Los últimos contagios se produjeron en mayo de 2020 y el último deceso se registró el 15 de ese mismo mes. «Al principio no se hacían test. Nosotros cuantificamos 70 fallecidos porque tenían síntomas compatibles, pero confirmados con pruebas sólo fueron 13. Luchamos mucho, fue una pesadilla».

La ‘desescalada’ de las residencias se ciñe a los criterios de las guías que publica periódicamente la Consejería de Familia de la Junta. «Ahora todos los trabajadores están también vacunados. Nos sentimos mucho mejor, más tranquilos. Desde que nos pusieron la primera dosis hasta la segunda también pasé miedo, porque se podían dar contagios». En el centro viven ahora 155 personas y tiene 67 plazas concertadas.

«Tranquilos y vigilantes» se encuentran también en la residencia Santo Marino de León. «Los trabajadores hemos extremado las precauciones. Con la vacuna,estamos más tranquilos pero no podemos relajar las medidas higiénico sanitarias. porque trabajamos en un sector que impone mucho y hemos cuidado mucho en todo este tiempo», asegura Begoña Fernández, directora del centro.

También retoman las actividades diarias los residentes del centro de Armunia, dependiente de la Junta de Castilla y León, que en abril y mayo pasado tuvieron un brote sin ningún fallecido. «Ahora, con todas las recomendaciones sanitarias y con el cumplimiento de las guías de la Junta retomamos las salidas colectivas y la animación sociocultural», dice el director.

Para entrar a vivir en una residencia hay que estar vacunado.

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