Diario de León

Sanidad

Más consultas presenciales y menos teléfono

Las quejas sanitarias se multiplican con la pandemia. De 29 reclamaciones sobre atención sanitaria en 2019 a las 609 que el Procurador del Común ha recibido este año reflejan el malestar en León. La atención telefónica y la sanidad rural encabezan las demandas ciudadanas.

León

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La «generalización» de las consultas telefónicas (a las que muchas veces es difícil de acceder por la saturación de las líneas) preocupa a la ciudadanía y también al Procurador del Común de Castilla y León.

Así lo señala Tomás Quintana, titular de la institución, en la resolución hecha pública ayer en la que solicita medidas para garantizar la atención (tanto telefónica como presencial) en el centro de salud de El Crucero y otros consultorios.

La resolución de la defensoría afirma que durante la pandemia ha habido un avance de la telemedicina, con sus virtudes —agilización de listas de espera, eliminación de desplazamientos innecesarios y ‘desburocratización’ de la atención— pero todavía con muchas sombras.

Exceso de llamadas

«En algunos casos los facultativos se ven desbordados y sin tiempo para la medicina presencial»

«Un médico de cabecera hace una media de 32 actos médicos a través de teleasistencia (cinco horas y 20 minutos de su jornada al teléfono o en video llamada) y atiende a una decena de pacientes de forma presencial», apunta la resolución sobre datos de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria.

La Consejería de Sanidad anunció que a partir del 20 de junio iría ganando terreno la actividad presencial. «Sin embargo no parece que se haya recuperado», señala el Procurador del Común. Quintana subraya que «resulta complicado para los profesionales llevar a cabo una actitud ‘proactiva’ cuando tienen un listado de 80 llamadas que realizar o cuando el tiempo medio de atención a las llamadas por facultativo es de cinco horas yveinte minutos».

Sin citar expresamente los casos irreversibles que han salido a la luz en Burgos y Palencia de pacientes con cáncer que no recibieron un diagnóstico adecuado tras ser atendidas las personas afectadas en numerosas ocasiones por teléfono, la resolución recalca que «en cantidad de ocasiones la gravedad y la complejidad de la situación del paciente hacen necesaria la exploración».

El Común concluye que «la aplicación de los protocolos de seguridad para evitar los contagios sí puede haber obstaculizado la recuperación de la presencialidad y está menoscabando el derecho de los pacientes y en algunos casos de los propios facultativos que se ven desbordados y que carecen de tiempo físico para simultanear la medicina presencial, tan necesaria, y la telemedicina».

Hace hincapié en que las consultas telefónicas son un complemento del acto clínico, pero no una alternativa a la atención presencial. Máxime en una Comunidad con los «importantes problemas de conectividad», «sobre todo en el mundo rural, que en general está muy necesitado de asistencia, pues el perfil del paciente (avanzada edad y enfermo crónico) determina que tenga serias dificultades, de toda índole, para acceder a recursos móviles y digitales».

La asistencia telefónica y la sanidad rural son los principales motivos de las 609 quejas recibidas por el Procurador del Común en materia de Sanidad frente a las 29 que tramitó el año pasado. Las reclamaciones sobre la atención sanitaria suponen el 44% del total de la provincia de León, que suman 1.390, sobre las 2.237 de todo el año pasado.

La actividad de la defensoría se mantiene en términos similares en número en el conjunto de la Comunidad con un total de 5.345 quejas en lo que va de año, sobre las 5.694 del año pasado. Pero la temática ha cambiado sustanciales. Sanidad y Educación encabezan este año el ránking dejando muy atrás empleo público, que acaparaba la mitad de las reclamaciones, seguida de las ambientales.

Otras quejas que han emergido con la pandemia se centran en las residencias de mayores. El Procurador del Común ha emitido una resolución para que todas las residencias tengan espacios al aire libre para que las personas mayores puedan airearse tras las quejas recibidas por el aislamiento sufrido. Las residencias siguen siendo blanco en la segunda ola de la pandemia y «hay que trabajar para conseguir un forma que evite estos problemas». «En algún momento superaremos la pandemia y si hay algo que aprender es sobre los mayores». Quintana valora que la Consejería de Familia haya creado un grupo de trabajo para estudiar este nuevo modelo.

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