Diario de León

La muerte que todos quieren vivir

1.608 personas han formalizado ante notario o en la administración el documento de instrucciones previas en el que especifican cómo quieren que sea el final de sus vida. La edad media de los que firman el testamento vital es de 57,3 años.

Integrantes del grupo Derecho a Morir Dignamente (DMD) de León, durante el encuentro para debatir sobre la eutanasia. MARCIANO

Integrantes del grupo Derecho a Morir Dignamente (DMD) de León, durante el encuentro para debatir sobre la eutanasia. MARCIANO

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carmen Tapia | león

La muerte es la única certeza de la vida. « Hay personas que quieren morir sin sufrir y sin delegar en los familiares o amigos el peso de la decisión sobre tratamientos y cuidados». La asociación Derecho a Morir Dignamente (DMD), del que forman parte activa 25 personas en León, trabaja para concienciar e informar de la necesidad de firmar un documento previo que especifique cómo se quiere que sea el final de la vida.

El testamento vital o de instrucciones previas, puesto en marcha en Castilla y León en el año 2008, acumula ya 1.608 documentos registrados desde León. Sólo en el último año se han firmado 200. «Todavía pocos para lo importante que es», afirman desde la asociación DMD. Eugenia de Celis Bayón, Teresa Colín González, Herminia Suárez Mata, Vicente Viyoria Carbajo, Camino Ronda Redondo y Luis Puente Grande son los integrantes más activos de la asociación. Desde su formación en 2012, se reúnen mensualmente para establecer estrategias de divulgación. «En la cartera de servicios de la Consejería de Sanidad está contemplado que los profesionales sanitarios informen a los pacientes en las consultas sobre el documento de últimas voluntades, pero no se hace. Hay poca difusión».

Las mujeres son las más concienciadas en dejar atado y bien atado todo lo que rodea a su propia muerte. 1.038 de los documentos están firmados por ellas. La edad media de los leoneses que tienen hecho el testamento vital es de 57,3 años.

Pese a la poca información y divulgación, los leoneses y leonesas son los segundos que más piensan en sus muertes. El 19,4% de los testamentos vitales de la Comunidad están hechos en León. Por delante está Valladolid, con 2.289 documentos firmados (el 27,6%), Burgos con 1.504 (el 18,1%), Salamanca con 988 (el 11,9%), Palencia con 504 (el 6,1%), Zamora con 404 (el 4,9%), Soria con 253 (el 3,1%) y Ávila con 326 (el 3,9%). En total, 8.287 instrucciones.

Lo que se pide

«Rechazo todo tratamiento que contribuya a prolongar mi vida», «solicito unos cuidados paliativos adecuados al final de la vida», «si para entonces la legislación regula el derecho a morir con dignidad mediante la eutanasia, es mi voluntad morir de forma rápida e indolora, de conformidad con la regulación que se establezca el efecto», «si algún profesional responsable de mi asistencia se declarase objetor de conciencia con respecto a algunas de estas instrucciones, solicito que sea sustituido por otro profesional, garantizando así mi derecho a que se cumpla mi voluntad».

El testamento vital no es todavía mayoritario. «La gente cree que si se hace el testamento, cualquiera de ellos, llama a la muerte. Eso es falta de pedagogía política y falta de responsabilidad porque se tiende a pensar que cuándo nos pase algo que decidan otros», aseguran Camino Redondo. El cuidado de una persona dependiente cambia la perspectiva. «Suele pasar que cuando te toca cuidar y decidir sobre los cuidados de una persona enferma dependiente es cuándo te das cuenta de que no quieres que los demás decidan sobre tus cuidados. No quieres dejar esa responsabilidad a otros», aseguran en el grupo. Por eso no es de extrañar que la mayoría de los documentos registrados corresponden a mujeres. El 70% de los documentos de instrucciones previas firmados en León en 2016 son de mujeres y la edad media es de 61,2 años.

Todo puede quedar reflejado en el documento. No sólo lo relacionado con los cuidados médicos sino con el funeral. En este último caso son los representantes legales los que tienen la obligación de hacer cumplir con la voluntad. En cuento a los cuidados médicos, el documento queda registrado en la administración y son los responsables sanitarios los que tienen que comprobar si el paciente ha dejado testamento vital. «Si el paciente está en condiciones de hablar lo podrá comunicar. En caso de que no sea así serán los representantes los que informen al médico».

Además de en la Gerencia de Salud, el documento de instrucciones previas se puede formalizar ante notario. 271 de los 1.608 testamentos firmados en León se han oficializado en un despacho notarial. Los leoneses son los que más recurren al asesoramiento privado, por encima de los vallisoletanos, que tienen 210 de los 2.289 textos sellados ante notario.

La presencia de testigos también es opcional. 612 testamentos vitales de León se han realizado en presencia de tres personas elegidas por el interesado para que velen por sus deseos. Uno de ellos no tiene que se pariente directo. Desde la Asociación Derecho a Morir Dignamente aconsejan acudir al registro sanitario público «porque les atenderá una persona especializada en la materia».

El debate

El debate sobre la eutanasia en España aspira a convertirse en Ley. «El debate sobre la eutanasia está secuestrado», argumentan desde DMD de León. La reclamación del derecho del paciente a elegir su muerte está sin desarrollar en España pero abierto recientemente por Unidos Podemos al registrar en el Congreso una Proposición de Ley Orgánica para despenalizar la eutanasia y el suicidio asistido. Reclaman el derecho del paciente a decidir sobre su propia vida cuando esté en condiciones penosas e irreversibles y ampliar derechos y libertades hacia la garantía pública de una buena muerte. No solo podrán reclamarla los mayores de edad, también los menores de 16 y 17 años emancipados legalmente. La iniciativa recoge el derecho de los profesionales a negarse a participar en estos procesos aunque el médico objetor tendrá la obligación de derivarlo a otro no objetor.

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