Diario de León

El pimiento de Fresno se planta en Alicante

Las mujeres del Viernes Tejedor llevan su obra 'Alegre Pimentada' al mayor certamen textir internacional al aire libre de España. 'Art al Vent' se celebra en Gata de Gorjos

Casi todas las integrantes del Viernes Tejedor de Fresno de la Vega, en la plaza del pueblo. MARCIANO PÉREZ

Casi todas las integrantes del Viernes Tejedor de Fresno de la Vega, en la plaza del pueblo. MARCIANO PÉREZ

León

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Mientras la sede de la IGP del Pimiento Morrón de Fresno se va a Benavente, las mujeres del Viernes Tejedor hacen patria con el producto estrella de sus huertas y lo plantan en Alicante.  

‘Alegre Pimentada’ es una de las 80 piezas textiles que colgarán de los balcones de Gata de Gorgos, en Alicante, a partir del próximo día 14 de agosto, fecha en la que se inaugura Art al Vent, la exposición más importante de España de arte textil contemporáneo a partir de una relectura de la tradición.  

Las mujeres de Fresno de la Vega que tejen desde hace algo más de un año bajo el espíritu comunitario que imprime Olga Moledo, rinden un homenaje al pimiento morrón a la vez que reivindican los valores del mundo rural. «¿Qué íbamos a llevar nosotras, si no?», comentaban ayer en la plaza, donde se erige el monumento al hortelano con la torre de la iglesia de San Miguel de fondo, mientras lucían los bolsos de ganchillo que han preparado para el día de la inauguración.  

Isabel, Isidora, Juli, Lolina, Conchita y las tres Pilar son, junto a Mari Luz, que se sumó desde la vecina Villamañán a la iniciativa tejedora, las protagonistas de esta ‘trama’ que tejen la lana, la sororidad y la idea de hacer algo por el pueblo más allá de pasar el rato con la aguja y la conversación. «No me aburría en casa, pero ahora es mucho mejor», comenta Isidora, la más mayor del grupo, de 79 años. «Nos conocíamos todas del pueblo, excepto a Mari Luz, pero ahora es diferente»», apostilla. Lolina destaca el papel de la dinamizadora, la artesana Olga Moledo, quien junto a su marido, el calígrafo Jesús González Gigosos, se instalaron en Fresno de la Vega con sus hijos.  

«Nos hace ejercitar la imaginación. Ya verás lo que hicimos con unas alambres», enfatiza Lolina. Fue un ejercicio sorpresa. Algo así como una cita a ciegas con el arte. «Olga nos puso un folio en blanco y nos mandó cerrar los ojos y dibujar lo que imagináramos. Después nos mandó elegir una figura de ese dibujo y sobre unas alambres que la representaban tejimos nuestra obra», explica con todo detalle. Fue un ejercicio de arteterapia, explica la coordinadora. Un ejercicio de liberación mental, tal y como se titula la obra.  

El resultado cuelga ahora de las paredes de la Casa de Cultura del pueblo entre las obras de , una exposición en la que reúnen desde los mandalas que tejieron todas a una con el mismo patrón, aunque todos parecen diferentes, hasta los tapices que han tejido en común sobre mallas. «Los mandalas los hicimos con excedentes de las telas que enviamos a Gata  

La exposición, que se puede ver hasta el domingo día 4 de agosto, incluye otro curioso tapiz de un verde y rosa reflectantes cuyo destino era uno de los árboles del pueblo que han decorado con sus ganchilladas. «Lo íbamos a coser y de pronto sentí como que crujía y dije vámonos de aquí. Al poco rato, se cayó», comenta Olga Moledo.  

Las integrantes del grupo son mujeres que participan en muchas actividades comunitarias. Desde el ramo del Corpus o el que visten para Navidad, con Purita, hasta las clases de adultos. Isidora estuvo al frente de una tienda hasta que se jubiló. «Tenía desde alimentación a kiosko y golosinas. Empecé con una tía que había vendido a cinco generaciones y murió a los 96 detrás del mostrador», recuerda. Fue la última que vendió prensa en el pueblo.  

Isabel, de 46 años, es la más joven. En su casa todavía hay labranza y huerta. Pilar tuvo la cafetería y Mari Luz, la de Villamañán, una ferretería.  

Los bolsos que llevarán a Gata de Gorgos para la presentación de su ‘Alegre Pimentada’ cuelgan de un palo pintado de azul y reciclado como percha para la ocasión. Otra de las obras está dedicada de forma especial al público infantil. Hilos de colores de diferentes madejas cuelgan con mariposas sobre un fondo de peces.  

El arte caligráfico de Jesús González Gigosos acompaña discretamente esta exposición con los títulos y una frase que dice mucho del espíritu de este grupo. «No es cierto que las personas dejen de perseguir sus sueños cuando se hacen mayores», dice en este punto. «La realidad es que las personas se hacen mayores porque dejan de perseguir sus sueños», remata en otra zona de la exposición. Estas mujeres no han dejado de soñar ni un solo día. Y ahora sueñan con ver pronto el Mediterráneo.

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