Diario de León

Una placa para recordar a los fusilados de Villadangos

Familias y ARMH solicitan permiso para poner en el cementerio quiénes eran y qué les ocurrió a los 71 desaparecidos

Los familiares llevaron flores a la fosa de Villadangos y quieren poner una placa. ÓSCAR  RODRÍGUEZ-ARMH

Los familiares llevaron flores a la fosa de Villadangos y quieren poner una placa. ÓSCAR RODRÍGUEZ-ARMH

León

Creado:

Actualizado:

Villadangos se asomó al abismo de la memoria histórica en cinco días intensos de exhumación de la fosa común con restos de víctimas del franquismo en su cementerio. Ahora, los familiares y la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) quieren colocar una placa que «cuente quiénes eran y qué les ocurrió» a las 71 personas fusiladas y desaparecidas en 1936.

Quieren hacerlo en el cementerio donde se encontraron los restos de 10 de los represaliados, pero se cree que aún permanecen otros 61 debajo de los panteones colindantes. Ayer presentaron su petición en el Ayuntamiento de Villadangos en un escrito dirigido al alcalde del municipio y al presidente de la Junta Vecinal. «Solicitamos permiso para la colocación de una placa en el cementerio de dicha villa en recuerdo de nuestros tíos, padre, hermano, abuelos, abuela y bisabuelos», señala el escrito.

Las familias consideran que es lo «mínimo que puede ofrécerseles tras haber comprobado que la fosa encontrada continúa por debajo de los panteones construidos», al tiempo que lamentan «no haber sido avisadas en su día para recoger sus restos cuando estos aparecieron durante las obras de ampliación».

La placa contendría «los nombres de todas las personas que fueron asesinadas, así como las circunstancias que las convirtieron en víctimas de la represión franquista», señala un comunicado.

El equipo arqueológico y antropológico de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica recuperó los restos de 10 personas, tres de forma incompleta por encontrarse atrapados en parte bajo la sepultura limítrofe, correspondiente a la ampliación del cementerio en los 90. «Ante la evidencia de que sobre el resto de los cuerpos fueron construidos panteones, las familias quieren llevar a cabo su derecho a la perpetua memoria», indica un comunicado de la ARMH.

«Una placa que cuente quiénes eran y qué les ocurrió es un acto de memoria histórica, un modo de divulgar el conocimiento de lo ocurrido y de rendirles el mínimo homenaje que todo ser humano merece, más aún cuando nunca pudieron tener una tumba con su nombre», añaden. Quieren hacerlo en el lugar donde algunos vecinos de Villadangos, durante la dura represión que se produjo en el monte de esta villa después del golpe de 1936, «tuvieron el valor de trasladar sus cadáveres desde los lugares donde fueron asesinados para que fueran enterrados dentro del cementerio», explican recordando aquel gesto humanitario, que realizaron el médico Tomás del Riego y el cura Manuel García, entre otros vecinos y vecinas de de Villadangos y los pueblos colindantes.

Las familias y la ARMH hacen hincapié en que «Naciones Unidas y las organizaciones internacionales de derechos humanos, que recuerdan la importancia de buscar a los desaparecidos y el derecho de sus familias a enterrarlos dignamente para contribuir a consolidar cultura democrática. Así lo establecen también el derecho internacional y las leyes nacionales».

Los restos exhumados en Villadangos se encuentran en el Laboratorio de Antropología de la Universidad de León, donde la antropóloga forense, Laura González-Garrido, tratará de extraer de ellos la mayor información posible una vez que se sequen y puedan ser limpiados con las mayores garantías de preservación de los restos. Las mandíbulas encontradas son claves en el proceso de identificación.

tracking