Alas de mariposa para poder comer en León

«De algunos descartados para otros descartados». La escritora Marta Redondo coordina un proyecto literario en el que participan nueve autores y autoras de León que se vuelcan a favor de la Asociación Leonesa de Caridad (Asleca).

Alas de mariposa es un proyecto solidario con relatos que nacen para visibilizar una causa social, un libro «que es una miscelánea de colaboraciones» que no se concibe como un proyecto editorial ambicioso. «Lo importante» —explica Marta Redondo— «es dar a apoyo a una asociación que hace una labor muy impresionante en León y que es una gran desconocida para la mayoría de los leoneses, que la vinculan a Cáritas, pero que tiene una actividad independiente».

La idea de publicar un libro con un fin solidario es una iniciativa de la escritora y ama de casa leonesa Terelu Rodríguez González, que contactó con diversos escritores que participan en diversas actividades culturales. «Los escritores participaban en los talleres literarios de Manuel Cuenya y Silvia Zayas o en el evento cultural ‘Cuento cuentos contigo’. La primera idea del libro nació pensando en una niña de León con una enfermedad rara a la que llamamos Mariposa, de ahí el título del libro», que pese a esa idea inicial no llegó a consolidarse. Al principio se quiso colaborar con una asociación que daba cobertura a esa niña pero finalmente y a iniciativa de Marta Redondo se optó por colaborar con la Asociación Leonesa de Caridad «que lleva ayudando 116 años a los más desfavorecidos en León en la casona de Puerta Obispo, un centro regentado por las Hijas de la Caridad y con un patronato de personas voluntarias».

Los autores presentan hoy el proyecto en el Instituto Leonés de Cultura a las 19.30 horas. «Después de dos años el libro el proyecto ve la luz en un momento de mucha precariedad», destaca Marta Redondo. Mariposa Ediciones, de la mano de Marina Diez, colabora con la iniciativa de la que ya se han editado trescientos ejemplares —tres tiradas con cien ejemplares cada una—. Cuesta 15 euros y se puede adquirir en las librerías Valderas, Leopoldo, Artemis y en las dependencias de la Asociación Leonesa de Caridad. «El dinero va íntegramente a la asociación, ninguno cobramos nada y ya hemos recaudado 1.500 euros».

En el libro participan Manuel Barroso González, escritor y profesor que colabora con varios poemas al igual que la propia Terelu Rodríguez, poetisa desde la infancia. Las hermanas Laly y Gelines del Blanco Tejerina, escritoras habituales en varios medios y eventos culturales que han recibido numerosos galardones literarios. El escritor y asesor financiero Miguel Ángel Cercas, el profesor universitario y escritor Manuel Cuenya que con sus relatos lleva por las tierras del Curueño, muy presentes en el libro; Begoña López García, poeta, que se introduce en la noche; Alfredo Morán, profesor y escritor que además de las colaboraciones literarias aporta la maquetación y diseño de la portada. Y Marta Redondo, profesora y escritora que ha coordinado la puesta en marcha del proyecto colaborando con reflexiones en torno a la aporofobia. «Cada vez más hay un rechazo al pobre. En la sociedad hay mucha gente que tiene fobia a la pobreza y la miseria», asegura la coordinadora del libro.

Al comedor de las Hermanas de la Caridad acuden cada cía una media de cien personas, mayoritariamente a la hora de la comida. «Todos los días, un día tras otro, y nosotros siempre tenemos desayuno, comida y cena para todas ellas». El presidente de Asleca, Félix Llorente, asegura que todas las aportaciones son pocas para cubrir las necesidades del centro, que además de alimentos, ofrece un servicio integral de aseo corporal y ropa a los usuarios, la mayoría personas sin hogar. «Nuestro fin principal es dar de comer, con 250 servicios diarios, sin abandonar otros servicios asociados como lavandería, higiene y peluquería».

El centro mantiene su actividad gracias a las donaciones y aportaciones individuales «porque las administraciones cada vez reducen más su colaboración». Durante el año 2021, el comedor social repartió servicios de comida por valor de 226.000 euros. Las aportaciones de los donantes cubrieron gran parte de ese presupuesto, pero no llega para todo el año, que necesita otros 68.000 euros para cerrar las cuentas y cubrir todas las necesidades. Alimerka, Mercadona, patatas Hijolusa, el Banco de Alimentos y la Fundación Cepa, que paga todo el pan que se consume en el comedor durante un año, con una factura de 12.500 euros. «Pero nosotros tneemos que comprar comida por otros 68.000 euros, que es lo que falta para cubrir las necesidades anuales para poner en la mesa todos los días 250 servicios entre el desayuno, la comida y la cena».