Impacto negativo
Pornografía y menores en el punto de mira
El Gobierno quiere poner coto porque es un modelo sexual de la dominación
El Gobierno quiere impulsar medidas que protejan a los menores del acceso a la pornografía, tras constatar el impacto negativo que puede tener en los más jóvenes a la hora de conformar un ideario sexual discriminatorio e incluso en el aumento de prácticas denigrantes y delictivas.
PSOE y Unidas Podemos han pactado en el acuerdo de Gobierno de coalición proteger a los menores de la creación, difusión y explotación de pornografía. También impulsar «una protección reforzada de los menores para evitar el acceso a la pornografía».
Y lo han hecho después de que la Fiscalía General del Estado, juristas y expertos académicos hayan alzado la voz para advertir de que el visionado del porno dominante, en el que son frecuentes la agresividad y la desigualdad, puede tener efectos perjudiciales si los adolescentes no reciben una formación afectivosexual que contrarreste los desequilibrios que muestra la ficción pornográfica.
Consecuencias
La futura legislación estará «sujeta a las medidas más estrictas en línea con la nueva normativa audiovisual del Parlamento Europeo», que establece que los contenidos más nocivos, como la violencia gratuita y la pornografía, estará sujetos a las «medidas más estrictas». Fuentes del Ministerio de Igualdad han precisado a Efe que esta medida aún tiene que desarrollarse y no han detallado cómo se articulará.
La Fiscalía General del Estado advertía en su última memoria anual del aumento preocupante de la violencia de género y de agresiones sexuales entre menores, de que las relaciones sentimentales cada vez se inician antes y sobre pautas de control y dominación y de que las agresiones sexuales en grupo guardan relación con el consumo de una pornografía que muestra a la mujer cosificada. Falta de empatía, desconexión moral, incremento de prácticas sexuales de riesgo, aumento del machismo y recurrir a la prostitución son algunos de los efectos que puede tener el acceso prematuro a la pornografía, cuya «frecuentación» se normaliza a los 14 años. Ese material pornográfico, al que llegan algunos niños a los 8 años, muestra una imagen degradada de la mujer, con violencia creciente y modelos de conducta muy machistas. La falta de maduración y de referencias alternativas sobre sexualidad hacen que esas consecuencias puedan ser preocupantes en adolescentes, explica a Efe el profesor de Pedagogía de la Universitat de les Illes Balears, Lluís Ballester.