Diario de León

Premio a la científica que ensaya igualdad

La leonesa Celia Santos Tapia es elegida Imagen Positiva de la Juventud de Castilla y León por el proyecto Noies al Lab y su investigación del cáncer en el Instituto de Investigación Biomédica.

Celia Santos Tapia durante uno de los talleres que realiza con niñas y niños para promover la igualdad en la ciencia. IRB BARCELONA

Celia Santos Tapia durante uno de los talleres que realiza con niñas y niños para promover la igualdad en la ciencia. IRB BARCELONA

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ana gaitero | león

Investiga el cáncer con la mosca de la fruta y ensaya la igualdad en la ciencia en las aulas. La joven científica Celia Santos Tapia (León. 1991), bióloga genetista en la diáspora del talento leonés, acaba de ser reconocida con el Premio Imagen Positiva de la Juventud de Castilla y León.

El éxito profesional y ser un modelo de referencia en la juventud de la Comunidad le han valido este galardón que el Consejo de la Juventud convoca cada dos años y que la científica recibirá en León, donde nació y se educó hasta los 18 años, el próximo viernes.

Celia Santos Tapia, además de descifrar los mecanismos del cáncer en el Institut de Recerca Biomèdica (IRB) (Instituto de Investigación Biomédica) de Barcelona, utilizando como modelo la Drosophila Melanogaster, es una de las creadoras de Noies al Lab. Desde este colectivo, la joven investigadora incentiva las vocaciones científicas en las niñas a través de talleres que imparte, junto con sus compañeras Lada Murcia Rosero y Teresa Juan Blanco, en colegios e instituciones culturales de Cataluña para apoyar el avance de la igualdad en la ciencia.

El premio «es un reconocimiento a algo que hemos construido con mucha ilusión y trabajo» y cobra especial significado por el hecho de que «desde las propias instituciones se reconozca que es una labor importante», apunta.

Para Santos Tapia, «es muy importante» que las actividades de refuerzo a las niñas para hacerles atractiva la ciencia se inicien en edades tempranas. «Hemos visto que en muchos centros hay programas a partir de la ESO, pero está comprobado que desde mucho antes han empezado a definir lo que les gusta», explica.

La joven premiada subraya que las administraciones públicas «tienen que asegurarse de que niños y niñas reciben una educación real igual y mientras no cambie la tendencia son necesarios los refuerzos y que las niñas encuentren referentes en los libros de texto».

Lejos de considerarse una excepción, subraya que «hay muchas personas jóvenes haciendo cosas muy valiosas». En su opinión, la etiqueta de generación perdida o de ‘ninis’ no hace justicia a la realidad de la juventud actual. «Quizá yo he estado en el lugar adecuado y en el momento preciso», agregó tras conocer que había sido seleccionada para los VI Premios Juventud de Castilla y León.

Celia Santos Tapia estudió un grado de Biología en la Universidad Autónoma de Madrid y a continuación completó el máster en Genética. Actualmente realiza el doctorado y trabaja con una beca de investigación en el Instituto de Recerca Biomédica (IRB) de Barcelona.

En el laboratorio realiza experimentos con la mosca de la fruta y en concreto con sus alas, cuyo parecido con las células epiteliales humanas es enorme. Los tumores en las células del ala de la mosca es el título provisional de su tesis. Persigue descifrar el comportamiento de las diferentes poblaciones de células que componen un tumor, así como sus funciones para conocer por qué el tumor crece.

«A medida que vamos avanzando vamos teniendo claro que no existe una cosa que se llama cáncer, sino un montón de enfermedades en función del tejido, del genoma...», explica. Las terapias dirigidas, la alimentación abren expectativas optimistas para las próximas décadas, aunque en su opinión «reviste una enorme complejidad y veo muy difícil que encontremos una cura en pocos años, como se dice».

Su trayectoria la ha mantenido alejada del mundo científico en León, aunque contempla «la fuga de talento» de la provincia con una mezcla de «rabia y pena». «Casi todas mis amigas están en Madrid o en Barcelona. De alguna manera, la comunidad y la universidad forman a personas con talento que se va fuera y se pierde para la provincia», añade.

Entre sus referentes menciona a la española María Blasco y a la premio Nobel Christiane Nüsslein-Volhard, que trabaja con Drosophila y descubrió, junto con otros dos compañeros a los que también les dieron el Nobel, genes responsables del desarrollo embrionario de la mosca que también son responsables del desarrollo embrionario en humanos, y que luego se ha sabido que están de muchas enfermedades, como el cáncer.

Personalmente, cuando salió de León a estudiar en Madrid no contemplaba la vuelta a casa. Ahora, después de vivir en dos grandes ciudades, es diferente. «Si hubiera una oportunidad para mí no me importaría volver a León. Es una ciudad que me encanta», explica.

Señala que la inversión en investigación y la creación de grupos potentes «atrae dinero y beneficia a las empresas» y apunta que el «simple hecho de apoyar las becas de doctorado» puede ser un acicate para retener talento en León.

Celia Santos Tapia considera que el proyecto de Noies al Lab que realizan en Barcelona es exportable a cualquier otro lugar. Particularmente le gustaría poder traerlo a León. «Una amiga y antigua compañera del Conservatorio me ha propuesto que lo hagamos. Me haría mucha ilusión», admite.

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