Diario de León

DÍA MUNDIAL

La prevención del cáncer de colon topa con el desinterés por el cribado

El presidente de la Junta Provincial de León de la Asociación contra el Cáncer insta a los leoneses a hacerse el test de sangre oculta en heces.

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Publicado por
Estanislao de Luis Calabuig
León

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Es un objetivo preferente en la lucha contra el cáncer encontrar alguna forma de detección precoz, localizando algún indicador capaz de anticiparse para advertir de la presencia de algo anómalo en nuestro organismo que pueda devenir en un tumor canceroso . Si tuviéramos que señalar alguno que sea sencillo de aplicar, indoloro, y no intrusivo, y a la vez de fácil interpretación en el diagnóstico, seguramente que coincidiríamos que ese tipo de cáncer sería el de colon.

Precisamente, el cáncer colorrectal afecta de forma significativa a la población leonesa, ya que es el de mayor incidencia en la provincia con 532 casos detectados en el pasado año, comportándose como segundo al evaluar por sexos los episodios de afectados , con 324 casos para los hombres, detrás del impacto del cáncer de próstata, y con 208 para las mujeres, que son más afectadas por el cáncer de mama.

Ese valor supone concentrar en León el 20% de los afectados por el mismo tipo de cáncer en la Comunidad de Castilla y León, y el 15% sobre el total de 3.598 afectados por cualquier tipo de cáncer en la provincia. La tasa de incidencia (número de afectados por cada cien mil habitantes) de la provincia de León en cáncer colorrectal es de 119, cuando la media para toda España es de 88.

Su evolución sigue una trayectoria ascendente desde que se dispone de datos de control en el año 2012, cuando se contabilizaron 42 casos menos que en 2022. De seguir esa misma tendencia, la proyección futura arrojará la cifra de 622 leoneses con cáncer de colon en 2040.

Es conveniente resaltar el impacto por interferencia de la covid-19, resaltando que en 2020 hubo un incremento de 14 afectados más que en el año anterior y, sin embargo, en 2021 hubo una reducción de 2, con seguridad debido al reajuste de actividades de control específico y preventivo del cáncer , más volcadas en ese momento al urgente y dramático impacto de la pandemia.

La evolución de tumores de colon registrados en el Hospital de León puede hacer más evidente ese hecho. Desde 2011 hubo un aumento progresivo, que llegó a incrementarse hasta un 43% cuando se inició la campaña de detección de sangre oculta en heces, con máximos en 2015. A partir de ese momento se invierte la tendencia por el efecto del cribado, pero en el 2020, la reducción de pruebas preventivas por los efectos colaterales de la pandemia redujo el número de detectados en un 25% como expresión de la situación anómala con eliminación de las pruebas de cribado. En el año 2021 vuelve a aumentar, detectando los tumores que deberían haberse manifestado el año anterior, y bastantes de ellos en una fase de superior malignidad.

Si la tendencia en el número de incidencias de cáncer de colon indica un incremento para un futuro próximo, la evolución de la mortalidad como consecuencia de este tumor, es precisamente la contraria. En 2022 murieron por esta causa 233 personas, 133 hombres y 100 mujeres. Pero en 2012 lo fueron en total 280, que se han ido reduciendo. La tasa de mortalidad, con un valor de 52 afectados por 100.000 habitantes, es ligeramente superior a la media de España con 48.

Los factores de mayor riesgo determinante de estos tumores son, por una parte, los antecedentes familiares, por lo que es muy importante conocer el grado de parentesco de los ascendientes y hermanos que hayan padecido esa dolencia, y la edad en que fue detectada, para abordar las medidas preventivas con la mayor eficiencia posible.

Por otra parte, la propia edad en si misma es la principal causa con trascendencia en el peligro de manifestación del cáncer colorrectal, cumpliéndose siempre que, a mayor longevidad, la probabilidad de aparición aumenta, siendo crítica a partir de los 50 años, cuando se diagnostican el 75% de los casos.

Por esa razón, la población diana para los estudios preventivos cubre el tramo entre los 50 y 69 años, y ese es el que está estipulado en el sistema sanitario de nuestro país. Sin embargo, por encima de esa edad, la realidad muestra que su incidencia es aún mayor.

Por ejemplo, en el año 2022 y en León, el tramo diana representó el 35% de los diagnosticados, pero los de más edad lo fueron en un 62%. Con estas cifras parece adecuado que se debería ampliar el control preventivo más allá de los 70 años e igualar la propuesta europea que lo extiende hasta los 74, al menos hasta que en las campañas con la población diana se consiguiera una eficiencia superior al 75%.

Prevención

En efecto, es extraordinariamente fácil prevenir el cáncer de colon. El programa para su detección precoz consiste en utilizar un sencillo test de sangre oculta en heces (TSOH) que puede realizarse en el propio domicilio y, tras el análisis de la muestra determinar la necesidad de posteriores pruebas diagnósticas en caso de un resultado positivo. Este programa se comenzó a implementar en España como proyectos piloto con el inicio del siglo y de la mano de la Asociación Española Contra el Cáncer. En 2013 el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud aprobó su inclusión en su cartera de servicios, con entrada en vigor en 2014, encontrándose en la actualidad implantado en todo el territorio nacional, con cobertura total o parcial, en la mayoría de las Comunidades Autónomas.

La prueba es — insisto en la repetición — extraordinariamente fácil, pero requiere cubrir de forma positiva y eficiente con las dos variables de las que depende su éxito. Por una parte, la cobertura de la campaña, es decir el porcentaje de personas que reciben la invitación al programa, que como objetivo debería ser el total de las incluidas en el tramo de edad entre los 50 y los 69 años, con los comentarios ya referidos sobre los mayores de 70. Y por otra parte la participación, que hace referencia a la proporción de personas que finalmente deciden participar y realizar la prueba. Éste es fundamentalmente el eslabón más débil de esta cadena de acciones sanitarias que podría salvar muchas vidas, a un coste de tan sólo unos euros.

La cruda realidad revela que la participación es preocupantemente baja. Y ahí está el pero…

Un reciente estudio realizado por el Observatorio de la Asociación Española Contra el Cáncer, en base a entrevistas a personas incluidas en el mismo tramo de edad que la población diana, para una muestra de más de 5.300 personas de ambos sexos, residentes en cualquier punto del territorio nacional, de las cuales 293 lo fueron de la Comunidad de Castilla y León, respondieron en sus encuestas que en su mayoría conocían la prueba de cribado colorrectal, y el 62,5% confirmó haberse sometido a la prueba.

Sin embargo, de los datos disponibles para las provincias de Castilla y León la cifra de participación es inferior al 40%, con relación a los que reciben la oferta de tomar parte en este proceso de prevención.

El dato que hay que destacar es precisamente el complementario, el del 60% de personas que no acuden a hacerse la prueba tras recibir la invitación, a pesar de que se envía, al menos, una vez cada dos años hasta superar la edad de 69.

En las entrevistas anteriormente mencionadas se motiva la no realización del test de sangre oculta en heces, en orden de mayor a menor citación, para más de un tercio de los encuestados: no haber recibido invitación; o no tener ningún síntoma y encontrarse bien de salud. Para una cuarta parte de ellos aproximadamente, el argumento para negarse se apoyaba en: olvido o dejadez; querer mantenerse alejado de los centros de salud; o saturación de la sanidad pública. Con menor peso, pero también representativo: falta de tiempo para la recogida o entrega; miedo al resultado; o desagrado por la realización de la prueba.

Cualquiera de esos razonamientos no es comparable con la pérdida de calidad en la salud, o incluso de la propia vida. De los datos disponibles de 2017, con una participación en Castilla y León del 41,4%, sobre un total de 373.871 invitaciones, el número de personas afectadas con cáncer colorrectal, en cualquiera de las fases de evolución del tumor, tras la prueba de sangre oculta en heces y la posterior confirmación por colonoscopia, fue de 776 personas. La estimación estadística de los que no participaron y tenían un cáncer de colon hubiera sido de 1.099, y perdieron la oportunidad de resolver su enfermedad en mejores condiciones de las que posiblemente encontrarían unos años después, cuando se manifestara con mayor violencia, ya que en estos casos el tiempo corre en contra.

Además, el coste es otro parámetro a tener en cuenta en el sistema sanitario. Mientras que el test cuesta unos 2 euros y la colonoscopia, para los positivos en sangre oculta, unos 200, el mantenimiento de un enfermo con un tumor en estadío avanzado puede superar los 20.000 euros anuales. Cantidad que podría emplearse en una lucha más eficiente contra el cáncer, o en cualquier otra mejora del sistema sanitario.

Por eso es inconcebible la falta de colaboración en esta particular lucha contra el cáncer de colon, y por eso, en la celebración del Día Mundial Contra el Cáncer de Colon y Recto, hacemos un llamamiento general a la población leonesa desde la Asociación Española Contra el Cáncer, para que participe, por el bien común, cuando reciba la carta de invitación, realizando la prueba del test de sangre oculta en heces. La sociedad leonesa os lo reconocerá, y vosotros seréis los primeros en agradecerlo.

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