Primer paso para una carrera investigadora estable con la reforma de la Ley de la Ciencia

El Consejo de Ministros acordó ayer iniciar la reforma de la Ley de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación, que pretende crear una carrera investigadora atractiva y estable, impulsar la transferencia de conocimiento y mejorar la gestión de la I+D+i.

Esta reforma dará a los científicos y a los técnicos «la tranquilidad, la estabilidad y los medios necesarias» para desempeñar su trabajo, que debe ser «motor del progreso económico y fuente del bienestar social», aseguró la portavoz del Ejecutivo, María Jesús Montero, en la rueda de prensa posterior a la reunión del gabinete.

«Hoy es un día importante para la ciencia», pero los próximos años aún «lo serán más» y, para eso, tendrán que «acertar con las reformas» y demostrar que creen «en la ciencia», ha subrayado el ministro de Ciencia, Pedro Duque.

Esta reforma, «bien pensada» y «diagnosticada desde hace tiempo», parte de un anteproyecto de ley que ha sido aprobado por el Consejo de hoy y que se debatirá en una mesa de diálogo con los representantes de las asociaciones científicas y universitarias, del ámbito de la salud, de las comunidades autónomas y de los agentes sociales.

El texto resultante será sometido a audiencia pública y después volverá al Consejo de Ministros, donde será aprobado antes de remitirse al Parlamento para su tramitación. En paralelo, una subcomisión del Congreso de los Diputados estudiará la reforma de esta ley.

El objetivo esencial de esta reforma es diseñar una carrera científica «atractiva, predecible y estable», que permita captar y retener el talento científico, modernizar la contratación de empleados públicos y reducir la temporalidad y la precariedad de los investigadores en España.