Igualdad
Profesionales que boxean a favor de las aulas inclusivas
Educación social, enfermería, fisioterapia... son algunas de las profesiones que pelean por entrar en las aulas para hacer realidad la inclusión educativa. Ayer se celebró en León una reunión pionera organizada por la Federación de Emplead@s de los Servicios Públicos de UGT que reclamó inversión y presentó programas novedosos como el boxeo como herramienta de integración.
El boxeo es más que un deporte en el que dos pugiles se golpean en un cuadrilátero. El entrenador leonés Jonatan Rodríguez, que dirige la escuela deportiva municipal de boxeo, lo ha convertido en una herramienta de inclusión social en sus clases extraescolares.
Los positivos resultados de esta experiencia los expusieron ayer en la casa del pueblo de UGT el padre de Alejandro, un joven con síndrome de Asperger de 14 años, que ha mejorado su coordinación motora con la práctica de este deporte. El padre de Aurora, una chica de 19 años con discapacidad intelectual leve, puso de relieve las dificultades para encontrar actividades deportivas para su hija a medida que crecía y la satisfacción que ha encontrado en el boxeo.
De pelea limpia y sin descanso por la educación inclusiva se habló ayer en la jornada Rompiendo cadenas, organizada por la FESP-UGT CyL de León para reivindicar la entrada y el reconocimiento en las aulas de ‘nuevas’ profesiones para favorecer la inclusión educativa, complementarias a la actividad docente o como apoyo educativo.
Enfermería, educación social, fisioterapia, técnicos de atención educativa (ATE) e incluso los técnicos superiores de educación infantil se reivindicaron como puntales de la educación inclusiva que reclama el siglo XXI en esta jornada pionera que se pretende repetir en otras provincias de la Comunidad y en otros puntos de España.
Más de 600 profesionales de enfermería trabajan en los colegios de Madrid. Y aún no son suficientes. En León, la figura de la enfermería escolar se limita a los centros de educación especial y alguno de integración como el Antonio Valbuena.
Tampoco hay planes para que los educadores sociales entren en las aulas de Secundaria, como sucede en los 141 institutos públicos de Extremadura, donde llevan diecisiete años de andadura.
Sólo el alumnado de los tres centros de educación especial de la provincia y de los dos de referencia para escolares con informe de escolarización por problemas motóricos —Antonio Valbuena en León capital y La Cogolla en Ponferrada— tiene atención de fisioterapeuta.
«La Junta de Castilla y León ha apostado por la inclusión educativa, pero no hay inversión», denunció el secretario de UGT en Castilla y León, Faustino Temprano en la clausura. «No estamos contra los centros especiales», puntualizó y reclamó unos presupuestos de la Junta para 2020 después de varias prórrogas presupuestarias.
Temprano recalcó que la enfermería escolar tiene que adscribirse a Educación y a Sacyl y reivindicó el derecho de las personas con diversidad funcional a recibir una enseñanza de calidad en las escuelas públicas».
«No podemos dejar a ninguna persona atrás, que los niños empiecen a convivir con otros niños es la base de una sociedad inclusiva», añadió. La incorporación de las ‘nuevas’ profesiones a las aulas tiene otros objetivos como mejorar la convivencia, evitar el acoso escolar o prevenir enfermedades o conductas no saludables.
La secretaria de Fesp-UGT CyL de León, Ruth Sanz, señaló que el lema de la jornada Rompiendo cadenas se eligió porque «por desgracia es la propia sociedad la que encadena la posibilidad de conseguir unas metas a las personas con capacidades diferentes». Otro logro de la jornada, apostilló, es que «se vea que el sindicalismo está donde tiene que estar». El mensaje de superación de El Langui, que envió por video, y la experiencia del profesor leonés Carlos González pusieron el broche.
