Los pulmones blancos saturan el Hospital

Las urgencias hospitalarias por el covid se han multiplicado por dos en la última semana. El jueves y el viernes el servicio de Urgencias del Caule vivió dos dias de especial aglomeración en la zona covid con un centenar de pacientes atendidos por esta patología. Los ingresos hospitalarios se dispararon por encima de 40 y hasta 50. Las neumonías bilaterales, que coloquialmente los médicos denominan ‘pulmones blancos’, principal causa de hospitalización, por su gravedad no daban tregua a los radiólogos y el servicio de analíticas.

«No hay capacidad para hacer radiografías a diez pacientes a la vez», señala el responsable de Urgencias, Saúl Escudero. El Caule pidió a la población que acudiera primero a las urgencias en centros de salud. Si en la segunda ola fueron las residencias las que saturaron el servicio de Urgencias, en esta tercera onda de la pandemia se recibe a población de todas las edades. El fin de semana ha dado un respiro a la situación, pero el número de camas ocupadas por pacientes covid sigue en aumento y ayer se alcanzaron hasta 266, con 26 nuevos ingresos, tres altas y un fallecimiento.

La ocupación hospitalaria en la provincia por el covid se ha multiplicado por seis desde el 1 de enero, fecha en la que el Caule y el Hospital El Bierzo arrojaban la cifra de 61 pacientes en plantas covid frente a los 373 declarados ayer en el portal de Transparencia de la Junta de Castilla y León.

El Caule abría ayer por la noche la planta 12 de Princesa Sofía para estos enfermos, después de reorganizar los ingresos de traumatología. Desde el viernes se han abierto un total de cuatro nuevas unidades de covid para los ingresos que se preveían el fin de semana.

El Hospital Monte San Isidro vuelve a estar dedicado casi al 100% a pacientes covid. Para esta semana se han suspendido las intervenciones en los quirófanos programados por la tarde. «El personal está entregado a pesar del agotamiento, pero la situación nos preocupa», confirmaba el gerente del Caule, Alfonso Suárez.

«Estamos agotados», es la frase que más se oye entre el personal sanitario que está en primera línea. Todo el mundo lo está, pero lo que se vive dentro del hospital es una realidad que la población no se imagina con facilidad. «Es como si hubiera dos mundos: el del hospital y el de fuera», reflexionaba el director médico, Juan Ortiz de Saracho ante un fin de semana maratoniano. «A ver lo que nos encontramos el lunes», apuntaba una enfermera. «Ojalá la sociedad fuera más consciente de tanto sufrimiento», añade.

La vacunación del personal sanitario se reanudará esta semana una vez que se reciba la nueva remesa.