Las residencias deben reservar un 5% de las plazas por si hay contagios

La última versión de la Guía de Act uaciones y Residencias y Centros de Día públicos y privados de la Junta de Castilla y León obliga a los centros a dejar libres del 5 % de las plazas.

La instrucción es que quede libre al menos una habitación de uso individual cuando tengan residentes en el centro que compartan habitación. «Cuando un centro tenga todas las plazas ocupadas y no se

haya visto afectado por contagios, irá reservando este porcentaje a medida que se produzcan bajas». La instrucción de la Junta llega después de la pandemia por el coronavirus que ha contagiado especialmente a las personas mayores que viven en las residencias.

Aunque no a todas por igual. El 75% de los centros de León no tuvieron ninguna persona afectada. Esta medida de prevención, que estará vigente mientras dure la alerta sanitaria, aunque bien vista por la patronal, pone en riesgo de viabilidad al 80% de las residencias de mayores que trabajan en el medio rural.

«Sólo el 14% de las plazas de residencias de Castilla y León están en grandes centros que pertenecen a fondos de inversión extranjeros, el resto son pequeñas residencias que están entre las 16 y las 50 plazas. Asumir el coste del 5 % de las plazas que no se ocupen las pondrá en riesgo de viabilidad», explica Belén Giraldo, secretaria técnica de Acalerle (Federación Castellano y Leonesa de Residencias de Tercera Edad), con 24 centros privados y con plazas concertadas en la provincia de León.

Los gestores de las residencias han solicitado a la Junta de Castilla y León que se haga cargo del coste económico de las plazas que dejan de ocupar. «La Junta de Castilla y León es una de las comunidades que menos aporta por plaza concertada. Paga 42 euros al día para una plaza de una persona dependiente. Otras comunidades, como el País Vasco, aportan 80 euros».

La otra opción «es empezar a repercutir ese precio a los usuarios, que no nos parece que tenga que ser así porque la mayoría son pensionistas que no pueden asumir esa subida».

En la etapa de nueva normalidad ya se permiten las salidas al exterior de todas las personas residentes con test negativos en Covid-19 y sin sospecha de contagio, que residan en centros libres de Covid activo.

Las salidas se realizarán de forma progresiva, ordenada, condicionadas a la capacidad de los centros, y extremando las medidas de higiene y pautas de prevención.

Durante la primera semana, selimitarán a dos salidas por usuario y semana. Durante la segunda semana desde la fecha de inicio de la nueva normalidad, las salidas subirán a cuatro salidas por usuario y semana. A partir de la tercera semana desde la fecha de inicio de la nueva normalidad, las salidas no tendrán un límite establecido. También quedan eliminadas las restricciones de visitas.

«Creo que la organización de las salidas se ha precipitado. Nuestros usuarios tienen todo el derecho a salir pero si no toman las medidas de higiene y distanciamiento social pueden volver a introducir el virus en los centros. Una vez que salen nosotros no tenemos las garantía de que cumplen con las recomendaciones y el riesgo es muy grande. No vale de nada que sigamos unos controles estrictos en las residencias si no podemos controlar lo que se hace fuera». La secretaria técnica de Acalerte reconoce que «yo también me cuestiono que el confinamiento total y el aislamiento sea humano, pero después de todo lo que ha pasado no tenemos otra manera de salvar la vida de los usuarios».