Diario de León

SALUD

El reto geriátrico: edad física frente a edad cronológica

Geriatras de Asturias y CyL abordarán en León los retos para afrontar el envejecimiento 

El envejecimiento saludable y la prevención de la fragilidad, los retos geriátricos. JESÚS F. SALVADORES

El envejecimiento saludable y la prevención de la fragilidad, los retos geriátricos. JESÚS F. SALVADORES

León

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Las agendas de las especialidades médicas de los hospitales se llenan cada vez más de personas con más edad. El servicio de Geriatría de Hospital de León evalúa cada vez a un mayor número de pacientes derivados de otras consultas para determinar si, pese a la edad cronológica, pueden ser candidatos de beneficiarse de tratamientos que, por el supuesto declive físico por edad, no podrían soportar. Además de la atención directa de los pacientes, los geriatras hacen cada vez más evaluaciones de pacientes para saber qué grado de vejez tienen, es decir, si su edad física corresponde con su edad cronológica. El reto de la Geriatría es valorar y analizar el estado de salud para que la edad cronológica no signifique una etiqueta universal para todos los pacientes.

El abordaje de los pacientes mayores centrará la segunda reunión conjunta de las sociedades de Geriatría y Gerontología del Principado de Asturias y Castilla y León, el 35º Congreso de la Sociedad de Geriatría y Gerontología de Castilla y León y el 11º Congreso de la Sociedad de Geriatría y Gerontología del Principado de Asturias que se celebrará en el Hospital de León los días 14 y 15 de octubre y que será inaugurado por el consejero de Sanidad, Alejandro Vázquez.

Más de ochenta profesionales compartirán durante dos días experiencias y conclusiones sobre los principales retos del abordaje del envejecimiento, como son las caídas, la nutrición y la sarcopenia, la osteoporosis, el protocolo de manejo en unidades de ortogeriatría, las sujeciones en los centros sociosanitarios, las contenciones, la perspectiva jurídica de los medios de contención físicos y químicos en los centros sanitarios y sociosanitarios, la mejora funcional como objetivo principal en el tratamiento del paciente mayor con insuficiencia cardiaca, actualización del manejo terapéutico del paciente mayor con síndrome coronario agudo, anticoagulación y manejo de las valvulopatías.

Una de las mesas multidisciplinales abordará el debate suscitado tras la aprobación en el BOE sobre las recomendaciones de las sujeciones físicas y químicas de los mayores en los centros sociosanitarios. Juristas, representantes de mayores y de las residencias debatirán sobre los criterios, los ratios y el personal necesario «para la dignidad de los pacientes».

Las caídas

«Las caídas son un signo gatillo para cualquier evento de salud que puede estar ocurriendo. No es verdad que la edad sea un motivo de caídas o de pérdida de equilibro. Los geriatras siempre preguntamos en las consultas porque hay pacientes y familiares que no lo refieren, pero es importante valorarlo para saber qué está pasando». Encarnación Martín es geriatra del Hospital de León y una de las vocales organizadoras del congreso, cuyo presidente es Javier Pérez-Jara Carrera, geriatra del Hospital El Bierzo.

«Para una persona mayor de 80 años una caída tiene una gran repercusión, sin embargo ni el afectado ni la familia suele considerarlo importante porque cree es normal, por la edad. No es así. El porcentaje de mayores que se caen depende mucho del entorno en el que viven y el grado de independencia que tienen, tanto física como psíquica. En los pacientes independientes no llega al 20% pero en los dependientes puede superar el 60%».

Una caída puede esconder un problema de salud de base que hay que detectar cuanto antes tanto a nivel neurológico, por interacción de fármacos o por cualquier otra enfermedad. «En muchas de ellas podemos intervenir para prevenirlas».

La osteoporosis , por ejemplo, suele detectarse tras una caída. «Cuando una persona se cae y se rompe la cadena, en la mayoría de los casos detectamos una osteoporosis, pero ya hemos llegado tarde», destaca Martín.

Las consultas de geriatría del Hospital de León atienden una media de 40 pacientes diarios, un servicio con tres especialistas. «Hay pocos geriatras para el perfil de la población que necesita atención especializada».

En el año 2040, España será el país más longevo del mundo y la técnica que permite revertir el envejecimiento ya está en nuestras manos, según un informe de Universidad de Washington. «El envejecimiento progresivo afecta a diferentes áreas del paciente, con lo cual, la valoración tiene que ser aún mayor. El paciente mayor tiene que ser valorado de una forma diferente, con una valoración integral que detecte en qué momento está de fragilidad». La geriatra Encarnación Martín destaca que el envejecimiento de la población obliga a los especialistas a actualizar los planteamientos de diagnóstico de enfermedad «porque tenemos que ser capaces de prevenir la fragilidad, anticiparnos a que pueda ocurrir, y eso sólo se consigue cuando todavía no ha ocurrido. Las enfermedades no se manifiestan de la misma manera cuando un paciente en joven que cuando es mayor».

La edad cronológica de 75 años es la que establece el consenso para empezar a valorar posibles deterioros. «Pero la edad física y la cronológica no tienen por qué coincidir. Todos conocemos a personas con 85 y 90 años que están muy bien y otros más jóvenes que están peor», por lo que los geriatras creen que la edad «nunca debe ser criterio para desestimar o no un determinado tratamiento o intervención quirúrgica. En países como Inglaterra el médico tiene que justificar las razones clínicas por las que decide hacer un tratamiento u otro por razones de edad».

Todo lo que le pasa a las personas mayores no puede atribuirse a la edad. La OMS habla de «evaluación integral» de las personas a partir de los 75 años. Una evaluación al que en los dos últimos años se ha incorporado una nueva variante: las consecuencias de pandemia del coronavirus. El confinamiento y la interrupción de las relaciones sociales para proteger a las personas más vulnerables ha hecho mella en la salud mental de las personas mayores. Aunque el congreso no abordará directamente esta problemática, la geriatra Encarnación Martín asegura que hay un alto porcentaje de nuevos pacientes que llegan a la consulta que presentan un deterioro cognitivo atribuible a el aislamiento que sufrieron los mayores. «El que estaba sano perdió toda su red de conexión social y ahora es más difícil de reiniciar y el que estaba en condiciones de actividad física y mantenimiento interrumpió todo, lo cual ha supuesto un deterioro y una vuelta atrás. De los pacientes nuevos hay una sospecha de deterioro cognitivo aparecido a raíz de la pandemia».

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