Diario de León

Salamón carda la lana trashumante

Salamón, en el municipio de Crémenes, estrena mañana el Ecomuseo de la Lana Merina Trashumante Concejo de Alyón en homenaje a uno de los recursos que «más futuro tiene de la trashumancia». El museo también es una respuesta a las medidas que demandan cambio climático y despoblación.

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León

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El Ecomuseo de la Lana Merina Trashumante Concejo de Alyón es el primero de España es el primero de sus características en España. La antigua casa consistorial de Salamón, que fue cabecera municipal hasta 1974, se erige en el foco de un proyecto innovador en torno a la lana de las merinas trashumantes leonesas.

«Es un proyecto importante para nuestro municipio porque supone recuperar un edificio emblemático y reivindicar la lana como un recurso de futuro para la montaña», señala el alcalde de Crémenes, Ángel Miguel Álvarez.

Con tan solo 100.000 euros de presupuesto, aportados por la Consejería de Medio Ambiente, y colaboración de personas amantes de la trashumancia y del terruño, el ecomuseo se inaugura este sábado tras un año largo de trabajos de rehabilitación y musealización.

La vieja casona ha sido remozada por el arquitecto leonés Ramón Casas y el biólogo Víctor Casas ha desarrollado el discurso museístico con el asesoramiento del investigador Manuel Rodríguez Pascual. Para este experto el ecomuseo de la lana merina trashumante supone un «principio esperanzador» para la zona. «Si la lana tiene futuro, los puertos de montaña tienen futuro y también los pueblos tendrán futuro porque la trashumancia mueve a mucha gente», explica.

Rodríguez Pascual recalca que la lana de calidad «está subiendo de precio» y va a asistir a un nuevo auge debido al cambio climático que poco a poco expulsará del mercado «a las prendas hechas con fibras artificiales» o incluso de algodón, por ser un cultivo en el que se emplean muchos pesticidas y agua.

El aumento de la sequía en Extremadura es otro factor que favorece la trashumancia, con la alternancia de pastos en invierno en las dehesas y en verano en los puertos de montaña. La provincia de León cuenta con más de 400 puertos pirenaicos que en los últimos años han sufrido un abandono paulatino del diente de la oveja por la decandencia de la trashumancia.

Mientras que en Babia y Luna todavía se mantienen bastantes aprovechamientos gracias a los rebaños de merinas trasterminantes que alternan su alimentación estacional entre páramos y ribera y montaña, en la montaña oriental apenas llegan rebaños de ovejas y han sido sustituidos por vacas. «Tienen una diferente utilización y de comer que hace que se estén degradando», advierte.

Aunque es esperanzador que en los últimos veranos hayan subido ovejas desde Extremadura a los puertos de Salamón y Lois o los de Valverde de la Sierra se hayan alquilado para el rebaño de merinas de la Asociación Trashumancia y Naturaleza sube a pie desde las dehesas de Madrid hasta la montaña oriental, aún se necesita más impulso. «La lana es el último recurso para la montaña», subraya Rodríguez Pascual. Lana y trashumancia van unidas.

La lana es «recurso sostenible que se produce todos los años y no entra en conflicto con el hombre» y la trashumancia contribuye a la biodiversidad y la actividad económica, recuerda Víctor Casas.

España fue la primera potencial mundial en el mercado de la lana en la época de esplendor del Concejo de la Mesta. Actualmente, las Antípodas y Suráfrica son las grandes potencias de la lana y donde se marca el precio de los mercados internacionales. Rodríguez Pascual, que ha conocido los grandes rebaños de merinas de Australia cuyo origen son las históricas cabañas leonesas., confía en que el Ecomuseo de la Lana Merina Trashumante Concejo de Alyón «va a unir a todo el valle», comenta Pascual. El centro se abrirá todo el año y quiere tener un uso cultural y formativo, Salamón fue la cabecera precisamente por ser zona de paso del camino real a Valdeburón. El Concejo de Alyón comprendía los pueblos de Valverde, Salamón, Figuera, Lois, Las Salas y Huelde, este último el primer pueblo que quedó sumergido bajo las aguas del pantano de Riaño.

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