| Crónica | Un hallazgo neurológico |
El «silbo» canario se hace idioma
Una investigación española publicada en la revista «Nature» demuestra que el cerebro responde del mismo modo ante los silbidos de la Gomera que ante cualquier lenguaje
El silbo gomero, una antigua forma de comunicación entre los canarios basada en una serie de silbidos que comprimen el castellano en dos vocales y cuatro consonantes, acaba de subir un escalón en su estatus. Según un estudio que ayer publicaba la revista Nature , el silbo es un idioma con todas las de la ley. Al menos neuronalmente. El estudio lo han llevado a cabo varios investigadores de la Universidad de la Laguna en colaboración con el profesor de psicología estadounidense David Corina. Y los resultados son incontestables. El procedimiento fue muy sencillo. Los científicos seleccionaron dos grupos de cinco personas. El primero, formado por expertos silbadores y, el segundo, por cinco personas con conocimiento del castellano. A los dos grupos los sometieron a la escucha de una serie de frases en castellano mientras medían su actividad cerebral. El resultado en los dos grupos fue idéntico: movimiento en las zonas involucradas en los procesos de comprensión y producción del lenguaje. Sin embargo, cuando los dos grupos escucharon frases en silbo, los conocedores de este sistema de comunicación replicaron una actividad similar en el cerebro a la que habían experimentado cuando escucharon las frases en castellano. Pero, en el otro grupo, la respuesta fue di-ferente. También se activaron zonas del cerebro, pero ninguna relacionada con el lenguaje. Manuel Carreiras, el director del estudio confesó que esperaban que los silbidos activaran áreas cerebrales relacionadas con la comprensión musical, aunque finalmente, los resultados demostraron que el cerebro de los silbadores entendía los sonidos como un lenguaje neurológicamente igual que cualquier otro. Según Europa Press, Carreiras considera que el principal éxito del estudio reside en la demostración de la versatilidad que muestra el cerebro para el procesamiento de los recursos lingüísticos, provengan de la modalidad que provengan. Además, los datos sugieren que el hemisferio izquierdo del cerebro está adaptado para cualquier labor comunicativa, independientemente del tipo de señal.