«El silencio y mostrar acercamiento a la persona a veces es la mayor fuerza»
Por cada persona que se suicida hay seis afectadas directamente entre familiares, amistades e incluso profesionales de la salud y los servicios sociales. Todos ellos junto quienes han pasado por el trance de pensarlo o han salvado su vida in extremis son supervivientes.
Personas que precisan ayuda para elaborar el duelo, desprenderse de la culpa o para contar con recursos a la hora de atender a algún familiar, amigo o paciente en riesgo de quitarse la vida. El Teléfono de la Esperanza ofrece este martes las claves para asistir a un taller en el que se abordarán todos estos temas y muchos más.
El psicólogo Domingo F. García González, que se ha incorporado hace unos meses al voluntariado de la entidad, señala que las ideas suicidas se pueden detectar en personas con depresión con más frecuencia, pero no son las únicas. «Lo que todas estas personas tienen en común es un gran sufrimiento y la falta de ilusión de vivir», comenta.
En el taller se hará hincapié en las herramientas para atajar estas conductas que son preocupantes entre los jóvenes de 15 a 29 años, al convertirse en la causa de mayor mortalidad por encima de los accidentes de tráfico. «Se puede intervenir con éxito», puntualiza.En las personas con depresión hay indicadores como una mejoría repentina, una sobrepreocupación por el testamento, la forma de organizar las pastillas... Entre las personas jóvenes debe prestarse atención cuando abandonan las redes sociales por completo después de una intensa dedicación.
«La mayoría de los casos tienen una respuesta favorable», subraya este psicólogo con discapacidad visual oriundo de Joarilla de las Matas y que ha desarrollado su actividad profesional en Cataluña hasta jubilarse como director de la Once en Lérida.
Elaborar un plan de seguridad en torno a la persona en riesgo y detectar los indicadores de recaída en las personas que lo han intentado —suelen repetir a los seis meses— es tan importante como liberarse de la culpa. Siempre hay que medir las palabras y «a veces el silencio y un abrazo es lo mejor», puntualiza. «Es importante mostrar este silencio y acercamiento. Es la mayor fuerza. Saber respetar el silencio. Son personas que viven en una gran oscuridad y no ven la luz al final del túnel».
Domingo García valora la implantación del teléfono 024 a nivel estatal para atender a las personas que están en crisis. No todas las provincias cuentan con el Teléfono de la Esperanza. Ahora «es necesario un plan de prevención a nivel estatal».