«El sistema económico está agotado y deja en la cuneta a los vulnerables»

Cada cifra tiene una historia. Tantas como los 4.267 miembros de los 1.790 hogares que llamaron por primera a las puertas de la institución de la iglesia, casi 500 más que el año anterior, por una situación de emergencia provocada por la crisis del coronavirus. El personal de Cáritas realizó 21.011 intervenciones para paliar las necesidades más extremas, sobre todo atención social, vivienda, alimentación, educación, salud y ayuda para realizar los trámites para la documentación. Cáritas ya está acostumbrada a salir en ayuda de las personas más vulnerables, un empeoramiento de vida que arrastra una crisis tras otra. Antes de la pandemia ya había en España 8,5 millones de personas pobres, un 18,4 % de la población y a crisis sanitaria de 2020 sólo refleja la punta del iceberg de la fragilidad de las familias, con un 18% más de personas atendidas, un 65 % más de atenciones directas, un 22 % de familias necesitadas de ayuda y un 18 % más de gasto en ayudas económicas para primera necesidad. El 40% de las personas atendidas son hombres, un 60% mujeres, el 53 % son españoles y el 45 % extranjeros. La mayoría tienen entre 36 y 65 años. «Nos encontramos con un modelo económico agotado que deja fuera a los más vulnerables. Esperamos que las intervenciones se multipliquen este año», alertó la presidente. Beatriz Gallego destacó que esta pandemia deja en evidencia la brecha digital «más grande que nunca», dijo. «La necesaria digitalización de los trámites administrativos se convirtió en un factor exclusógeno, una causa tiene una consecuencia». Y lo dijo después de enumerar que en todos los programas de acogida, cáritas parroquiales, economato, personas sin hogar, atención a toxicomanías, migración y movilidad, casas de acogida, infancia, programa penitenciario y acompañamiento, empleo, moda Re y voluntariado se benefició a 7.535 personas que necesitaron 41.556 intervenciones. Para todas estas necesidades se destinaron 1,5 millones de euros de un presupuesto total de casi 1,7 millones. El dinero que llega a Cáritas procede de recursos privados (1,3 millones) de donativos y herencias (779.001 euros), socios (146.501), Conferencia Episcopal (99.033), Fundación Cepa (87.115), Corpus (36.192), economato (22.080), Fundación Fernández Peña (15.000), La Caixa Pobreza Energética Covid-19 (5.537), Leoneses Solidarios (1.765), Fundación Naturgy (1.716), Fundación Inocente Inocente (5.000), Fundación Endesa (17.400) y Sociedad Estatal de Loterías (16.454).

Los ingresos ascendieron a casi 1,7 millones procedentes de la Gerencia de Servicios Sociales de Castilla y León (183.481), IRPF autonómico (100.260), IRPF estatal (13.711), Consejería de Presidencia de Castilla y León (3.000), Fondo Social Europeo (28.300), Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social (7.006), Ayuntamiento de León (4.825) y Ministerio del Interior (2.329).

El obispo de León, Luis Ángel de las Heras, instó a la sociedad a «caminar juntos y salvar esta postración universal».

33 familias en Astorga

Por su parte, el delegado diocesano y la directora de Cáritas Astorga, Francisco Turrado e Inmaculada del Peso, respectivamente, dieron a conocer que los efectos de la pandemia en Astorga ha aumentado el número de familias atendidas no tanto en el reparto de alimentos, como en otro tipo de ayudas tales como el alquiler, la luz o el gas, informa Alejandro Rodríguez.

Cáritas Astorga repartió en 2020 un total de 100.000 euros en vales covid entre 32 familias; unos vales que están destinados a la adquisición de productos de primera necesidad. Asimismo, apuntaron que en lo que va de 2021 continúan con esta ayuda que ya supera los 33.000 euros de inversión.

Asimismo, informaron de que Cáritas Astorga y el Ayuntamiento de la ciudad han firmado un acuerdo para el reparto de alimentos, del que se podrán beneficiar unas 150 familias que suponen unas 400 personas.