Diario de León

El suicido deja de ser un tabú

Prevención e información. La subdelegada del Gobierno de León anunció la inclusión en el Plan Director de charlas de sensibilización e información para prevenir el suicidio. El Congreso elabora una Ley de Prevención. En el último año, 42 personas se han suicidado en León y Ponferrada. La incidencia aumenta .

Atención y escucha para prevenir el suicidio. SARA CAMPOS

Atención y escucha para prevenir el suicidio. SARA CAMPOS

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carmen Tapia| león

«Hay que hablar del suicidio como se habla del cáncer o del sida». Con esta premisa trabajan tanto administraciones, asociaciones y profesionales sanitarios. El aumento de suicidios preocupa y la red de ayuda se pone en marcha. La subdelegada del Gobierno de León, Teresa Mata, anunció ayer un proyecto para incluir en el Plan Director charlas y conferencias destinadas a escolares y personas mayores. Lo dijo en su participación en la mesa redonda organizada por el Teléfono de la Esperanza. El Congreso elabora, por primera vez, una Ley de Prevención. El aumento de suicidios preocupa «por ser un tema de gran trascendencia social», dijo Mata y ofreció cifras.

En el último año se han suicidado 42 personas en León (25) y Ponferrada (16), una cifra que alcanza los 240 en toda la Comunidad. «Hemos pasado de una incidencia baja a una moderada. Debemos trabajar en la prevención». En España, la tasa de suicidios ha aumentado un 12% desde el año 2005. «Las administraciones debemos prevenir corrigiendo el aumento de consumo de drogas y limitando el acceso a las armas, por ejemplo. Administraciones y medios de comunicación pueden hacer una buena labor trabajando juntos y resaltando todas las alternativas que hay al suicidio. Siempre hay alternativas».

El incremento de suicidios abre una brecha en la opacidad con la que tradicionalmente las administraciones han afrontado el problema en España. Los profesionales sanitarios rechazan tópicos.

«No es cierto que la crisis haya aumentado el número de suicidios». Alejandro Rocamora, licenciado en Medicina y Psiquiatría, vicepresidente de la Asociación de Investigación, Prevención e Intervención del Suicidio, destaca que no hay una causa única para que una persona decida terminar con su vida, «como tampoco que si se habla de ello se incentive a la gente al suicidio. Es mucho más complejo. Todo depende de cómo se informe. La OMS ya ha dado las recomendaciones».

La OMS dice que los suicidios son prevenibles y se necesita una estrategia integral multisectorial para la prevención. El organismo internacional enumera las principales causas como las enfermedades mentales, principalmente depresión y trastornos por consumo de alcohol, el abuso de sustancias, la violencia, las sensaciones de pérdida y diversos entornos culturales y sociales. «Es un asunto complejo porque hay causas sociales y de salud mental que influyen en la decisión de una persona a suicidarse, por eso la prevención tiene que ser multidisciplinar», asegura el psiquiatra Luis Velilla, de la Unidad de Psiquiatría del Hospital de León. «El suicido ha sido un tema tabú porque tiene muchos componentes culturales», coinciden los dos expertos. La política ahora es informar para prevenir.

Velilla asegura que «el suicidio es previsible pero es inevitable» y destaca la complejidad de su abordaje «porque también se puede conculcar la libertad individual de una persona que es plenamente consciente y decide suicidarse. Ahí nos podemos encontrar con problemas legales».

La mesa organizada por el Teléfono de la Esperanza coincide con los actos organizados por el Día Mundial para la Prevención del Suicidio que se conmemora el domingo.

El Teléfono de la Esperanza de León ha evitado este año un suicidio. La presidenta de este servicio en León, Piedad Pacho, asegura que la luz roja se encendió en las oficinas de León una noche tras recibir la llamada de un suicidio en curso. «Una señora mayor se había tomado pastillas. Vivía sola, sus hijos estaban fuera y llamó al teléfono. La orientadora la mantuvo despierta. No dejó de hablarle ni un momento para que no se durmiera, al tiempo que con su teléfono personal llamó al 112 e informó. La señora llamaba de una provincia limítrofe pero en quince minutos la policía estaba llamando ya a su puerta. Conseguimos salvar una vida».

El Teléfono de la Esperanza recibe una media de dos llamadas al año de suicidios en curso, pero el sufrimiento está en 1.484 llamadas de las 3.910 que llamaron el año pasado. «Hay que ofrecer una salida porque hay decisiones que no tienen una marcha atrás».

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