Diario de León

Aprender y servir a la comunidad

Talentos que no son hoy ‘trending topic’

El aula de Plástica del colegio La Asunción recurre a la Asociación Dones y Talentos para la última fase del proyecto que utiliza una metodología didáctica intergeneracional para compartir conocimientos.

León

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En las redes sociales no se habla de ellos ni de ellas. Superan los 60 y están volcados en compartir sus talentos con los demás.Tampoco serán trending topic los 18 alumnos y alumnas de 3º de ESO del Colegio La Asunción de León pero a sus 15 años están, casi sin saberlo aún, posicionándose para una sociedad más igualitaria y sostenible. La profesora Raquel González Roldán se dirigió a la Asociación Dones y Talentos para que sus integrantes, personas mayores que comparten sus habilidades y enseñan a los demás de manera altruista, participen en las últimas fases del taller de artes plásticas que este año lleva a cabo la rehabilitación del mobiliario del aula de Plástica del colegio utilizando la metodología aprendizaje-servicio. «Con esta metodología los alumnos aprenden diferentes técnicas, destrezas y manejos de materiales, a la vez que con su aprendizaje se da un servicio a la comunidad, en este caso, a la misma comunidad educativa en la que cursan estudios», explica la profesora Raquel González.

Desde que empezaron el curso, alumnado y profesora han acuchillado, lijado, preparado y pintado las mesas y las sillas de este espacio aprendiendo a utilizar diferentes instrumentos y técnicas de restauración.

Durante dos viernes les acompañarán los miembros de Dones y Talentos que se ofrecen para realizar un intercambio intergeneracional. «Nuestro centro, igual que ellos, tenemos también la premisa y la certeza de que todos tenemos un don y un talento y lo mejor que podemos hacer, una vez que lo hemos encontrado, es compartirlo».

Nuestro colegio, como la asociación, tenemos la certeza de que todos tenemos un talento que hay que compartir»
RAQUEL GONZÁLEZ
Profesora 

«Se ve bastante interés e inquietud entre los chicos y chicas que participan en este taller y yo me siento bien enseñándoles las técnicas porque lo importante es el acabado», explica José Ángel Velázquez, profesor de electrónica de Formación Profesional jubilado. «Es muy enriquecedor por ambas partes». José Ángel se ofreció como voluntario para echar una mano en la clase.

Alfreda María tiene 58 años, es técnica de cuidados de Enfermería y tiene una incapacidad que le impide trabajar en la actualidad por un accidente laboral. Alfreda María ha restaurado sola la práctica totalidad de su vivienda en el pueblo. «Me apunté a la asociación por los golpes que da la vida. Iba a terapia con Juan Fernández, psicólogo que preside la asociación, y me enganché. A los chicos les enseñé lo que he aprendido de restauración, sobre todo a protegerse con mascarillas y ropa adecuada. Hicimos de todo, hablamos mucho, fue como una terapia».

Hay que decirle a los chicos que si les gustan las manualidades tienen muchas salidas, no todo van a ser carreras»
ROSA MARÍA JIMENO
Maestra Jubilada

El presidente de Dones y Talentos, Juan Fernández, destaca la importancia de que en los colegios se enseñe a recuperar un ambiente deteriorado para dejarlo en las mejores condiciones posible «y por otro lado intercambiar experiencias con personas que tienen entre los 60 y los 80 años en la asociación, de disfrutar de su jubilación haciendo actividades que les entusiasman, como pintar, hacer papel maché, recuperar muebles antiguos, aprender idiomas, manualidades, carpintería, croché, informática, psicología, yoga, meditación, manejo del móvil, club de lectura, cineforum....todo de forma casi gratuita ya que abonan una cuota de 5 euros al mes para cubrir los castos de la sede en la calle Lope de Vega, 12».

El contacto con jóvenes de 15 años es gratificante «por el buen espíritu y clima creado», destaca Fernández. El beneficio es doble. Por un lado a los jóvenes se les enseña que jubilación «significa disfrutar de tu descanso merecido haciendo aquello que te gusta y dando a los demás lo mejor de ti, y los adultos aprenden que los jóvenes, en contra de lo que muchos piensan de que han perdido los valores y están solo obsesionados por las redes sociales, son seres con ilusión de hacer un mundo mejor y también dedican su tiempo a mejorar lo que hay más inmediato en sus vidas, como puede ser el colegio».

José Casaña Álvarez tiene 77 años. «Me gusta la idea de compartir conocimientos. Yo he enseñado y he sido beneficiado con los cursos de psicología cognitiva. Ahora aprendo inglés». José pinta cuadros al óleo y trabaja el papel maché «y otras modalidades de artesanía», aunque su profesión fue la de delineante proyectista «con tablero, regla y compás. Me perdí en la tecnología».

José irá el viernes al aula con el grupo de alumnos, como Rosa María Jimeno y Olvido Aláez.

«Yo colaboro con el Teléfono de la Esperanza y vi que esta asociación, que tiene una estrecha relación, compartían actividades de manera altruista». Rosa María Jimeno tiene 71 años. Fue maestra. «Hay que decirles a los chicos que si les gusta algo que lo hagan, que hay muchas salidas laborales para otras profesiones, que no todo el mundo tiene que estudiar una carrera».

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