Diario de León

Salud

«La tecnología permite fabricar piezas y diseñar sonrisas en la consulta»

El médico odontólogo leonés Mariano Hernández publica el libro ‘Urgencias Médicas Dentales’, editado por Quintessence, una editorial internacional que traducirá su contenido a trece idiomas. Aunque son pocas las urgencias médicas que se producen en las consultas de los odontólogos, los especialistas se enfrentan a posibles desmayos, reacciones alérgicas, asmas o incluso problemas cardíacos de los pacientes.

La editorial médica Quintessence publica la guía sobre urgencias médicas dentales del médico leonés Mariano Hernández. DL

La editorial médica Quintessence publica la guía sobre urgencias médicas dentales del médico leonés Mariano Hernández. DL

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El médico odontólogo leonés Mariano Hernández Marcos, acaba de publicar una guía de actuación en urgencias médicas dentales con un protocolo de coordinación, actuación y actualización farmacológica y de material. Hernández tiene su consulta en La Bañeza, doctor en Medicina por la Universidad de Salamanca con calificación cum laude , es especialista en Odontología por la Universidad Iberoamericana de Santo Domingo y en Medicina de Urgencias y Emergencias por la Universidad de Valladolid. Tiene un Máster en Tratamientos Paliativos por la Universidad de Salamanca y un Posgrado en Ortodoncia en el Centro Roth–Williams, en Chile. El libro, publicado por Quintessence tiene un precio de 32 euros.

—¿Por qué decidió escribir el libro ‘Urgencias Médicas Dentales’?

—Me especialicé en urgencias en la Universidad de Valladolid. Los odontólogos contamos con libros sobre el tema, pero siempre quedan en la estantería. Esta inquietud me llevó a hacer un manual, una guía con cada paso a seguir en la mayoría de las urgencias posibles que te pueden surgir en una consulta. El libro tiene apartados muy prácticos, como es la coordinación del equipo, el control y la actualización de todo el material y los medicamentos. Mi idea fue hacer una guía muy práctica, fácil de seguir paso a paso. Lo terminé hace cosa de un año y con el covid quedó paralizado. Ahora se interesaron dos editoriales, el grupo Axis y la editorial Quintessence, que para nosotros los odontólogos es de mucho prestigio porque los libros que publica tienen mucho alcance a nivel internacional. Estoy muy satisfecho porque el libro ha interesado mucho y han apostado bastante fuerte por él. Se va a traducir a trece idiomas. Está a punto de salir la versión inglesa. En español está ya disponible. Se presentó en la última expo dental. Para mí es un orgullo que esta editorial publique este libro. Hasta hace poco había muy pocos autores españoles y el que un odontólogo de León esté ahí es motivo de orgullo para la profesión en León.

—¿Por qué es útil para el dentista?

—Ayuda al odontólogo a hacer simulaciones periódicas en la consulta con la implicación de todo el equipo. Esta guía es un apoyo para el profesional ante una situación crítica, que describe paso a paso, de un modo muy visual y práctico, lo que hay que hacer y la misión que tiene cada trabajador de la consulta. Sirve para hacer simulaciones, coordinar equipos y para mantener todo listo para actuar en una urgencia. El libro simula un maletín y tiene dos apartados, uno sobre cómo actuar cuando el paciente esté inconsciente o está consciente. Un apartado que ha gustado mucho es que explica el control escrito del calendario del entrenamiento de personal, que es muy importante y la función que debe cumplir cada uno de ellos, la caducidad por años de toda la medicación, las dosis recomendadas para cada tipo de urgencias y un chequeo de todo el material que tienes en la consulta, todo muy bien estructurado,

—¿A qué urgencias médicas se enfrenta un odontólogo?

—Las urgencias en la clínica dental son muy poco frecuentes, pero si se presentan hay que estar preparado para actuar. La principal urgencia que se nos da en la consulta es el síncope. Toda persona que viene un poco nerviosa puede sufrir un desvanecimiento, se puede marear. Luego tenemos otras poco frecuentes como es un shock anafiláctico, un problema cardíaco, un infarto, una crisis de asma, una obstrucción de la vía aérea, un ictus o una hipoglucemia. Todo esto se puede presentar en la consulta, pero es poco frecuente. El manual trata de urgencias médicas no urgencia dentales. Hay estudios concluyen que un dentista se puede enfrentar a una o dos urgencias en toda su vida, pero aunque sea tan escaso es por lo que, posiblemente, no se le da la atención que merece o igual no tienes un sistema para recordar sobre cómo actuar ante esa urgencia, de ahí a ese problema.

—¿Cuáles son los retos de la profesión con la tecnología digital y los nuevos tratamientos que llegan a las consultas de los odontólogos?

—Hay varios retos, como la tecnología 3D, escáneres orales, la tecnología CAD/CAM dental, que es el diseño asistido y fabricación asistida por ordenador, una de las técnicas más innovadoras dentro de la implantología que se utiliza ahora mismo. Dentro de poco vamos a disponer de impresoras más avanzadas que hoy en día tienen unos costes muy altos, pero todo eso va a facilitar que un paciente pueda venir a la consulta y pueda llevarse trabajos hechos en el mismo momento. La tecnología guiada es muy útil para los implantes. Con un programa diseñas cómo va a ir colocado el implante y diseñas una guía, que se imprime en la consulta, y a través de esa guía operas, ya no tienes que abrir al paciente. Le puedes colocar en ese mismo acto unos dientes provisionales y el paciente siempre va a estar dentado. Todo eso lo permiten las nuevas tecnologías, también aplicadas a la ortodoncia, por las que con técnicas de escaneado, el paciente puede ver antes del tratamiento cómo va a quedar al terminar. Las nuevas tecnologías permiten analizar la sonrisa del paciente y hacer una simulación del tratamiento en la boca antes de terminarlo, cosa que es muy importante, por ejemplo, en tratamientos estéticos en los que a veces el paciente puede esperar unos resultados que no sean los que el dentista puede ofrecer. Todos estos avances suponen un cambio muy importante de cara a la mejora de la relación dentista-paciente, tanto en la rapidez, la comodidad y la exactitud. La odontología experimenta cambios a pasos agigantados.

—Después de tantas crisis acumuladas, económicas y sanitarias, hay familias que han dejado de ir al dentista por miedo y por dificultades económicas. ¿Llegan ahora personas con problemas en la boca en peor estado?

—Con el covid lo que más hemos visto son los problemas generados por la sequedad en la boca que podría favorecer el uso de las mascarillas, lo que podría aumentar la predisposición a padecer alguna patología, pero eso no está demostrado. Sobretodo ha aumentado mucho el hábito del bruxismo. Vemos muchas fracturas y pérdidas de piezas dentales. Lo que más vemos ahora son patologías relacionadas con la tensión y el estrés, que conducen a fracturas, problemas tensionales y dolores de cabeza. La pandemia nos ha cambiado la vida, la forma de socializarnos y hay gente que interioriza la tensión que el hábito del bruxismo. Te puede fracturar dientes, desgastarlos o romper coronas o prótesis. Es un hábito muy importante que hay que corregir porque tiene muchas consecuencias en la boca y en los pacientes. El dentista lo ve muy fácil en una revisión, pero a veces nos encontramos con que el paciente es un poco reacio. Hay bruxismo diurno y nocturno. El paciente se da cuenta del diurno porque aprieta los dientes durante el día, pero el nocturno es muy difícil de reconocer y no siempre hay que hacer ruido con los dientes.

—¿Tiene remedio?

—Sí, muy fácil. Hay que avaluar a cada persona individualmente, pero hay tratamientos con férula de descarga con tratamientos de fisioterapia.

—La crisis llega a los bolsillos y todos los tratamientos en el dentista son caros y no están al alcance de todas las familias.

—Hay que diferenciar la patología. Un paciente que tiene un cuidado excelente de su boca y que sólo viene una vez al año a revisión, el coste es mínimo, porque se va a gastar entre 40 ó 60 euros en una limpieza. Los odontólogos insistimos mucho en que hay que hacer prevención, que es el caballo de batalla nuestro porque hoy en día muchos pacientes sólo acuden al dentista cuando tienen dolor. Cuando hay dolor consideramos que ha fracasado la prevención. Hay que mentalizar a la población de que lo que hay que hacer siempre es prevenir con una buena higiene oral y revisiones anuales. Los dentistas estamos haciendo un esfuerzo muy grande y hemos repercutido muy poco en los precios, seguimos manteniendo precios durante muchos años a pesar del alto coste de la tecnología que utilizamos en la consulta.

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