Diario de León

Cambio climático

La temperatura subirá en la provincia de León 2,6 grados hasta el año 2050

El calentamiento global en la capital.

El calor se dispara en León

El calor se dispara en León

León

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El informe Aumento de temperaturas en España del Observatorio de Sostenibilidad refleja que en todas las todas las ciudades españolas (capitales de provincia y ciudades autónomas), donde viven alrededor de 15 millones de personas, han aumentado las temperaturas con una media de 0,73ºC en la década 2011-2020 sobre el periodo de referencia 1981-2010. Sin embargo, se observa una gran diferencia entre ciudades como Lérida, con un aumento de 1,38ºC o León, que solo refleja un incremento de 0,38 grados en este periodo.

Las ciudades que han experimentado un mayor aumento de temperatura en el periodo mencionado son Lérida (1,79ºC), Jaén (1,40ºC), Barcelona (1,32ºC), Cuenca (1,18ºC), Ávila (1,17ºC) Murcia (1,11ºC), Granada (1,07ºC), Teruel (1,05ºC), Girona (1,04ºC) y Zaragoza (0,95ºC).

Las ciudades que han experimentado un menor aumento de temperatura han sido Sevilla (0,47ºC), Melilla (0,46ºC), La Coruña (0,44 ºC), Salamanca (0,43ºC), Huelva (0,43ºC), Oviedo (0,42ºC), Almería (0,39ºC), Santa Cruz de Tenerife (0,39 ºC), Cádiz (0,38ºC) y León (0,38 ºC).

El fenómeno de las islas de calor, que se refiere a la una diferencia de más de ocho grados y medio entre el centro y la periferia, ya se observa en grandes ciudades como Madrid, Barcelona, Sevilla, Málaga o Valencia donde se han llegado a detectar hasta 9 grados entre el centro de la ciudad y las áreas limítrofes.

gráfico previsión de aumento de las temperaturas

El Observatorio de Sostenibilidad prevé que de aquí a 2050 sigan aumentando las temperaturas con una media de 2,61 grados centígrados) si no se toman medidas de mitigación. En este escenario la provincia de León figura entre las que presentan una subida equivalente a la media del país, de 2,6 grados centígrados, frente a los 3,2ºC de máximo aumento que se pronostica para Toledo.

Sin embargo, el aumento que se estima para León quintuplica los 0,5 grados que los científicos expertos en calentamiento global consideran la línea roja para evitar una catástrofe climática.

El centro peninsular, el norte de Andalucía y Extremadura aglutinan las provincias con mayores subidas. Cuenca, Madrid y Ávila alcanzarían un aumento de 3,1 grados centígrados y 3 se prevén para Ciudad Real, Guadalajara, Soria, Segovia, Sevilla, Jaén, Cáceres y Badajoz.

El aumento de la superficie artificial de las ciudades se ha duplicado en en España entre 1987 y 2018 —de 670 mil hectáreas en 1987 a 1.367 mil— las superficies urbanas se multiplicaron por 1,5 y las zonas industriales, comerciales y de transportes por 3,5. Aunque las zonas verdes se multiplicaron por 4,5 — de13.501 a 64.800 hectáreas— no ha sido suficiente para detener el efecto isla de calor en las ciudades, constata el informe

El Observatorio de Sostenibilidad aconseja que cada ciudad realice un plan específico para atenuar esta subida de temperaturas. Como medidas a muy corto aconseja establecer alertas tempranas y comunicación a la población de más riesgo ante el calor. «Sin duda los elevados precios de la electricidad son un grave problema para solucionar el problema de la gente más vulnerable», apunta el informe.

A corto y medio plazo las ciudades deben aumentar el número de árboles, jardines, además de cubiertas y fachadas verdes y deben disponer de más agua, con fuentes, láminas de agua y humedales. Otras soluciones para mitigar el impacto del calor son los pavimentos drenantes para favorecer infiltración de agua, la creación de anillos verdes, bosques urbanos, corredores ecológicos y la instalación de tejados solares que proporcionan sombra y producen electricidad barata,

Las ciudades deben adoptar diseños que favorezcan la circulación del aire, detectar y mapear las poblaciones más vulnerables e incluir el riesgo climático como en las actuaciones urbanas. La contención del tráfico de vehículos que usen combustibles fósiles es otra medida a implementar, sobre todo en el centro.

«El calor urbano extremo es una amenaza para la salud pública, especialmente para las personas y comunidades que son más vulnerables, por razones de salud, sociales, económicas o de otro tipo», apunta Carlos Alfonso, director de programas del Observatorio de Sostenibilidad.

El informe, realizado con datos de la Agencia Española de Meteorología y la Nasa, evidencia que «el cambio climático está empeorando y haciendo más frecuentes los eventos de calor extremo, con temperaturas de verano que se extienden hasta las estaciones intermedias de primavera y otoño».

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