Utilizar otras alternativas

Los datos indican que 28 niños por cada mil pueden tener malformaciones si la madre usa ritromicina, claritromicina y azitromicina, mientras que el riesgo con penicilina es de 18 por cada mil.

De ellas, cinco por mil son malformaciones genitales.

«Este trabajo se basa en la evidencia de efectos secundarios raros pero graves por el uso de macrólidos, especialmente para los bebés no nacidos», mantiene Heng Fan, que alerta que los prospectos de esta clase de antibióticos, que suelen recetarse cuando el paciente es alérgico a la penicilina, tienen diferentes indicaciones con relación al uso en el embarazo.

«Sería mejor evitar los macrólidos durante el embarazo si se pueden usar antibióticos alternativos», indica Ruth Gilbert, investigadora del Instituto de Salud Infantil del University College London, que también participó en el estudio.