Diario de León

Amilivia en el León de las maravillas Carta abierta a la concejala Ana Guada Cuestiones sobre La Virgen del Camino Sobre la carretera de Villarejo de Órbigo Cien euros ara las madres es muy poco

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León

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Las tribunas dominicales de Mario Amilivia, nuestro alcalde, me dejan casi alucinado.Creo que el alcalde habla de otra ciudad y de otra provincia. León ha bajado en población, por eso se reducen los diputados provinciales, León ha descendido al puesto 41 en un total de 52 provincias. Estamos a la cola en todos los indicadores socio económicos que miden el bienestar. Sólo en paro, emigración y multas de tráfico nos situamos a la cabeza. Hasta los componentes de Café Quijano se quejaba en televisión de que Mario Amilivia y su policía los freían a multas. Probablemente es una forma de recaudar más que un impulso a la seguridad ciudadana. El Ayuntamiento arrastra deudas escalofriantes, de las que sólo la derecha es culpable; aquí no puede echar la culpa al PSOE, una táctica que a Amilivia le encanta. El alcalde tiene que hipotecar futuros terrenos de La Lastra para atenuar temporalmente el tremendo peso de la deuda. La Junta de Castilla y León y el Gobierno central están en manos del PP, pero el partido de Amilivia, el de la pura propaganda no hace nada por León y su deuda. Nuestros jóvenes sobradamente preparados tienen que irse de la ciudad porque, con Amilivia, aquí no hay ni presente ni futuro. Los polígonos industriales y la múltiples industrias que Amilivia crea en su mundo de maravillas, son tan reales como Biomédica. A falta de mejores realidades, el alcalde tiene que echar mano del futuro polígono de Villadangos, que no es un barrio de León, y del futuro polígono de Onzonilla al que Amilivia llama polígono industrial de León. Pero los ciudadanos deben saber que el 80% de este polígono pertenece a los ayuntamientos de Onzonilla y Santovenia de la Valdoncina al alcalde socialista de Santovenia de la Valdoncina, ni se puede llevar los méritos que corresponden a otro alcalde. Los análisis que Mario Amilivia hace de la ciudad de León son tan objetivos y verdaderos como los de su compañero de partido señor Trillo que calificaba de «esplendorosas» las playas gallegas inundantes de chapapote. María del Amor Franco (León). Señora concejala: el pasado mes de diciembre viajé a Carnota con la organización del Ayuntamiento de León para participar como voluntaria en las tareas de limpieza de playas. A mi regreso, y habida cuenta de que hubo deficiencias que pueden ser evitadas, decidí pasar por su despacho para comentárselas. Pero, después de ponerme un montón de trabas, Eduardo Brea me dice que usted no quiere hablar conmigo porque ya está informada de todo sobre Galicia y que si lo que quiero es manifestarle mi intención de no volver, no hace falta que se lo diga personalmente. Pues bien, en cuanto a lo primero, difícilmente puede usted estar informada de mi opinión sobre la organización, y en cuanto a lo segundo, por supuesto que quiero volver, pero ya estoy un poco harta de que en el Ayuntamiento de León el voluntario tenga que estar en muchas ocasiones cabreado por culpa de la mala gestión de los que cobran. Probablemente Eduardo no quiere que le comente que en la primera parada que hicimos una persona se quedó en tierra porque él, como responsable, no controlaba jamás si estábamos todos o no, además de que en muchos trayectos, ni siquiera venía con nosotros, o que nos llevaron a cenar a 4,5 kilómetros de distancia de Carnota, nos tuvieron cuarenta minutos en la calle esperando para entrar al restaurante y nos dijeron que volviéramos andando porque no iban a esperar los conductores por nosotros, etcétera... Por cierto, si la persona que usted envió a estos viajes como coordinador del Ayuntamiento se toma tantas molestias en evitar que le hagamos llegar nuestra opinión, algo le estará ocultando, ¿no cree? María del Camino González Dos Santos (León). Como llegan las elecciones municipales, supongo que los ayuntamientos se mueven, sacan a la luz múltiples proyectos elaborados en anteriores campañas y que, con un poco de suerte, se quedarán en la primera piedra, celebración incluida, para nuevo desencanto de electores y vecinos que, una vez más, ven cómo les toman el pelo, vamos, que los vacilan sin derecho al pataleo. Vamos a ver, señor alcalde, le voy a dar unas ideas. La calle Traslacascas lleva semicortada más de un mes sin que en ella se hayan comenzado las obras; ¿a quién pretende engañar con esto? Esa hermosa fuente del nuevo parque se se supone inaugurará, aunque será, claro, a su debido tiempo, ¿qué hace paralizada justo cuando, seguro, la tendremos funcionando el día de las elecciones? Señor alcalde, le aconsejo se de una vuelta por la calle de la Ermita. Se dará cuenta que es el aparcamiento natural de todo tipo de camiones de gran tonelaje que impide el tráfico lógico de vecinos y automóviles con el consiguiente riesgo para caminantes, ya que hay obras que invaden la calzada. Señor alcalde, ¿qué pasa con el camino o carretera hasta el pueblo de Fresno del Camino? Cuando se le ve poniendo la primera piedra o inaugurando esa autopista de vergonzoso peaje, a los vecinos de La Virgen del Camino nos gustaría verle, cuanto antes, abriendo de nuevo la carretera de Fresno. Ahora que vienen las elecciones, aproveche. Tendría que haberlas cada seis meses. Aquilino Laserna Perea (La Virgen del Camino). María Rodríguez quiere «dar mi apoyo a la carta escrita por Alfonso Domínguez referente al Ayuntamiento de Villarejo de Órbigo. Ya era hora de que alguien diera noticias sobre el estado tercermundista de la carretera de Veguellina en Villarejo de Órbigo que la estropearon a consecuencia de las mejoras para la autopista y está estropeada en estos momentos, cuando ya se inauguró la autopista hace un mes». J. L. Bueno dice lo siguiente en su llamada: «Hace unas cuantas fechas leí en este periódico lo dispuesto por el Gobierno respecto a las ayudas para las madres con hijos menores de tres años, me parece bien pero injusto. Hay madres que tienen hijos mayores de tres años, e incluso con alguna dolencia, estas madres no trabajan y el marido a lo peor está en el paro. Por eso digo que no es justo que estas madres no tengan las mismas consideraciones que las otras madres. Creo que el Gobierno no hace las cosas con equidad pues con los cien euros poco pueden hacer estas madres».

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