Calvarios actuales y conflictos de intereses

Finalizábamos la anterior tribuna indicando que pronto se harían público algunos datos económicos de nuestro Producto Interior Bruto, así como del entorno inmediato. Se trata de datos que por su importancia van tomando entidad a medida que, como proyecciones, se encuentran dentro de la esfera del ciudadano mediante constante exposición del mismo a distintos tipos de contingencias en una permanente intemperie político-económica.

Ya avisábamos de una inflación acelerada y manera en que se nos demudaba el rostro. España se despertó con un crecimiento del 1,1%, en el segundo trimestre, superando el 0,2% del primer trimestre, auspiciado probablemente por el inicio de la temporada veraniega, la demanda de servicios turísticos, fin de las restricciones y llegadas de turistas extranjeros.

Fuentes del sector restauración aseveran un notorio crecimiento. confiando continuar con el «tirón» hasta final de septiembre y mantenerse en posición «valle» en lo que resta de año. Nadie se atreve a hacer pronósticos a medio plazo.

Francia también ha mejorado su PIB con un crecimiento desde -0.2% en el primer trimestre al +0.5% en el segundo trimestre. Sin embargo, Alemania, se estanca por el momento con un crecimiento 0%, en el segundo trimestre. a pesar del resultado positivo de primero de un 0.8%, según el Destatis, organismo alemán. Transitorio a todas luces tal estancamiento debido a tantos estragos en su economía como consecuencia de su liderazgo europeo.

Finalmente, Portugal arroja el mejor comportamiento con un crecimiento del 2.6%. respecto al primer trimestre.

Otro de los datos que esperábamos con interés era el pronunciamiento del Fondo Monetario Internacional respecto a España en particular, ya que no es la primera vez respecto a pronósticos fallidos, siempre considerando que las predicciones en economía no son como las meteorológicas, dicho sea, con todos los respetos, ya que en aquellas un pronóstico erróneo podría causar serios problemas. Valgan ejemplos de proyecciones erróneas en América Latina ocurridos años atrás sobrestimando el PIB de determinado país y en otros, respecto a desempleo e inflación.

Respecto a España, aduce que nuestro PIB no retomará hasta 2024, los niveles previos a la pandemia. Coincide su pronóstico casi cuatro años más tarde, cuando a finales de agosto de 2020 se auguró: «Continúa el boca a boca financiero de la UE a España». Y se indicaba: «España levantará el vuelo en 2024/2025».

Otro ejemplo, octubre de 2021, (inflación), Columna: «España no necesita recurrir a Nostradamus: «5.- Inflación. ...nos ratificamos en las previsiones que hemos venido realizando, en el sentido de a partir de 2022, empezarán a notarse las consecuencias de una sociedad inestable sin darnos apenas cuenta...».

Actualidad: 10.8%: La conclusión es ni de tratar de hacerse trampas a sí mismo escribiendo supuestas inexactitudes. Y, al no tratarse de Gobierno, carecer de conflicto de intereses con sus gobernados.

Sobre otro también acuciante como la energética, España desde 1973, viene afrontando su enorme dependencia del petróleo y sus precios en los mercados internacionales. ¿Qué decir de los «groseros» beneficios de las eléctricas y gasísticas ante productos de primera necesidad?

Sobre las cualidades gubernamentales, ya se ha experimentado bastante, esperando que la sociedad reaccione de aquí a mayo 2023, exigiendo bajo criterio común, la presencia de una regeneración política, tiempo atrás solicitada, la cual no quede en la simple palabrería habitual por parte de los candidatos. Personalmente, observaré comportamientos y programas, decidiendo si merece alguien mi voto, o lo guardo para mejor ocasión.

Mientras tanto, asistamos a su exitosa gira internacional por los Balcanes, preludio, de la presidencia española de la UE prevista para el segundo semestre de 2023.

Nos despedimos con la habitual incertidumbre sobre si Rusia será capaz o no de cortar «el grifo» a Alemania o persistirá en sus fraccionamientos mediante pulso interminable. En el primer supuesto tenemos noticias de firme oposición dentro del Kremlin. En el segundo, también existe un límite.