Diario de León

El cataclismo del sector lácteo

Publicado por
José María Álvarez Rodríguez
León

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Esto se veía venir, el sector lácteo en este país lleva años siendo masacrado, de tal manera, que en algún momento el ganadero tendrá que desaparecer. Y ese momento está a punto de llegar. Me acuerdo del principio de la pandemia: todo el mundo aplaudiendo a los sanitarios, a los que no paramos de trabajar para proveer de alimentos, camioneros, etcétera.… Todo para qué. Resulta que esos que tanto aplaudíamos ahora están en la ruina, y ahora ¿quién se acuerda de ellos?

El sector lácteo está pasando los peores momentos de la historia, sé que esta noticia no le importará a nadie, es más grave que tengamos un apagón de media hora, que pierda la selección española o mismamente que nos cierren la barra de los bares por la pandemia.

Somos tan superficiales que no sabemos distinguir entre lo importante y lo accesorio. Sin muchas cosas podemos vivir, aunque no nos lo creamos: sin el móvil, la televisión, incluso sin la electricidad; pero, amigos, sin alimento estamos acabados. No nos damos cuenta y estamos matando al sector primario. Lo matamos sin ruido, con el beneplácito de nuestros políticos, con la usura de los intermediarios, con la desidia de las industrias. Todos ellos nos van a poner muy complicado en el futuro tener un alimento asequible y de calidad. Véanse ajos vendidos por el productor a 0,60 € y cobrados en el comercio a 6 € el kilo. Pero también véase la otra parte, la del desprecio por el trabajo del ganadero: leche que el ganadero vende a perdidas a unos 0,32 € y que se ven en los supermercados en ofertas increíbles a 0,42 €, con la única intención de llevarnos a sus lineales y luego vendernos, por ejemplo, esos ajos que multiplican su precio por 10. ¿Qué les voy a decir? Que nos están matando y este cataclismo cada vez tiene menos remedio.

Sin muchas cosas podemos vivir, sin el móvil, la televisión, incluso sin la electricidad; pero, sin alimento estamos acabados

El sector lácteo está en peligro de extinción, en poco tiempo hemos perdido el 54% de las ganaderías de este país. No hace tanto, en 2008, éramos más de 24.000 las familias que vivíamos directamente de este trabajo, ahora apenas quedamos 11.000. Este año será la puntilla a este sector. Los costes de producción nos subieron más de un 23%, el año 2020 producir un litro de leche le costaba a un ganadero español unos 0,33 €, siendo que ya no se cubrían casi costes en ese momento. Pues ahora, amigos, nos cuesta 0,407 € el litro. Las queridas industrias, y siempre según datos Fega, subieron la leche un 6%, de unos 0,32 € en el 2020 a tan solo 0,34 € en este 2021, como verán, la cuenta es muy sencilla, y desde luego no sale a favor del ganadero.

Hemos tenido subidas importantísimas: más de un 30%, en los piensos, con el gasóleo con un 57% de incremento, la energía eléctrica un 65%, plásticos un 54%, qué hablar de los fertilizantes, más del doble, con todo esto, ¿no les parece lógico que suba la leche? Pues a la industria y la distribución no les parece suficiente, eso sí, admiten que les suban la luz, los envases, los transportes, pero la leche, como son ellos quien le ponen el precio, no se sube.

Parece mentira señores, pero estamos cobrando la leche a los precios que cobraban nuestros padres, en los años 90 ya se cobraba la leche a mas de 58 de las antiguas pesetas (0,348 €). Anda que no subió la vida nada desde esos años, bueno, pues se lo comió todo el mismo, el que ordeña las vacas.

Nuestra amada distribución, argumenta que no pueden subir los precios por que el consumidor deja de comprar la leche. ¡¡Jolín!! Y no deja de comprar refrescos, agua envasada que vale más que leche, tomar cafés, que valían 0,6 euros antes de la entrada del Euro y ahora valen 1,5 €, o pagar por ver televisión, ¡¡jolín!! Solo dejan de comprar la leche si sube, ¡mentira señores, mentira!, que una cosa es que ustedes crean que somos tontos y otra que lo seamos, solo nos quieren como reclamo, les importamos nada. El consumo de leche líquida per cápita en España es de unos 74 litros por habitante y año, lo que quiere decir que cada español bebe 0,2 litros al día. Así, en una familia de cuatro miembros, serían unos 24 litros mensuales. Si se subieran esos 0,06 € por litro que al ganadero le darían la vida (la diferencia entre continuar en la brecha o cerrar la granja), representarían 1,44 € en la cesta de la compra mensual de esa familia. ¿De verdad nos creemos que el consumidor por esa miseria dejaría de comprar leche? Luego nos tomamos un agua en un bar y pagamos 1,5 € y marchamos tan contentos.

La pena de todo esto es que ya solo nos queda una salida, dura, muy dura, nuestra única salida es una huelga de entregas de leche, para que sepan de verdad de quién es la leche. Para nosotros es durísimo. Estamos descapitalizados, tenemos que seguir dando de comer a nuestras vacas, pero amigos, no nos queda otra, que la traigan de Francia, que está marcando hoy precios de leche spot a mas de 0,50 €, que la traigan de donde quieran, pero amigos, no nos queda otra, estamos tirando a la basura nuestro trabajo todos los días, cobrando a precios que no cubren nuestros gastos. Así no podemos seguir.

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