Diario de León

Creado:

Actualizado:

Del PSOE a la SS. Del Partido Socialista Obrero Español a la ‘Secta Sanchista’. De Felipe González a Pedro Sánchez. De la socialdemocracia al totalitarismo. De una España unida a una España dividida. De un Gobierno adulto a un Gobierno del chupete. Establecer semejanzas entre el PSOE de Felipe González y su forma de gobernar con la SS de Pedro Sánchez y su falta de gobernabilidad es lo mismo que comparar a Dios con un gitano —con todos los respetos para las personas de raza gitana—; valga la frase que comúnmente se utiliza cuando se quiere marcar gruesas diferencias.

Desde la Transición democrática del 78 hasta nuestros días, septiembre de 2021, el PSOE ha sufrido un proceso involucionista, pasando por las siguientes cuatro etapas:

La primera etapa fue la liderada por Felipe González, quien, después de renunciar al marxismo e imponer el socialismo democrático como ideología oficial del partido y desde una posición política moderada, pragmática y con un proyecto de cambio, sin molestar a los poderes fácticos ni a los partidos políticos adversarios ni a los ciudadanos en general, impulsó numerosas reformas. A esta etapa se la identifica como la de la tres ‘c’, al caracterizarse por el cambio de ‘casa’, cambio de ‘coche’ y cambio de ‘compañera’, lo que, para algunos, sería el fracaso de la socialdemocracia.

Es la etapa final de un proceso de clara regresión al pasado en el que se ha visto envuelto el PSOE desde que Felipe González dejara la presidencia del Gobierno de España y la secretaría general del partido, hasta que cayó en manos de dos grandes cenizos faltos de talla

La segunda etapa la protagonizó José Luis Rodríguez Zapatero, quien, hasta la ocupación de la Moncloa por Pedro Sánchez, había sido considerado como el peor presidente de Gobierno de la democracia. ZP1 aprovechó su paso por la Moncloa para aplicar un programa personal y semioculto, salpicado de frivolidades —alianza de civilizaciones—, torpezas —calificar a Otegui como «hombre de paz» y aquello de «aceptaré lo que salga del Parlamento de Cataluña»—, y que movido por la venganza y el revanchismo aprobó una nefasta Ley de la Memoria Histórica por su parcial y perversa aplicación: destruir el Archivo de Salamanca y tratar de reescribir la historia, en vez de recuperar en un clima de concordia los restos de represaliados y desaparecidos. Esta etapa es identificada por la de las tres ‘m’, por sus ‘mentiras’, la ‘manipulación’ y el ‘marketing’, además de precipitarse hacia el socialismo predemocrático.

La tercera etapa es la que ha estado sometida al dictado de Pedro Sánchez, quien tiene hoy el gran honor de pasar a la historia, desplazando así a ZP1, como el peor presidente de Gobierno de la democracia. El PSOE, que había perdido la ‘O’ con González, la ‘E’ con Zapatero y después secuestrado por ZP2, se transformó en el PS, donde el populismo, oportunismo, tacticismo y rupturismo fueron sus principales señas de identidad, sin posibilidad de recuperar las esencias democráticas y socialistas. A esta etapa se la identifica por las cuatro ‘n’ que la definen: ‘nene’, ‘nini’, ‘no es no’ y ‘na de na’, y se caracteriza por haberse instaurado un sistema de ‘gobierno por decreto’ —entre junio de 2018 y junio de 2020 se aprobaron un total de 62 decretos leyes—, y «si mantiene esta tendencia batirá el récord del expresidente Felipe González que dictó 129 decretos leyes en sus cerca de catorce años de mandato» (J. Leguina).

Y la cuarta y última etapa del proceso involucionista seguido por el PSOE, es la conocida por secta sanchista —la SS—, al convertir el PS en una organización en la que el culto a Su Sanchidad —el nuevo mesías— es de obligado deber para sus miembros y modo con el que ganarse el derecho a participar del pesebre. Es la etapa ‘sin’: sin ideología, sin proyecto político, sin un plan para España, sin programa de gobierno, ocurrencias sin sentido y rodeado de una camarilla de adeptos sin curriculum, sin cualificación y sin oficio.

Es una etapa identificada con la ‘n’ de ‘nene’, ‘nini’, ‘no es no’ y ‘na de na’, a la vez que con la zapateril ‘m’ de ‘mentiras’, ‘manipulación’ y ‘marketing’; además, es una etapa en la que algunos ya se gustan públicamente del disfrute de la ‘c’ felipista por lo del cambio de ‘casa’, de ‘coche’ y de ‘compañera’.

Y es una etapa que se caracteriza por su involución funcional al pasar del modelo orgánico, representativo e institucional a un modelo cesarista, plebiscitario y populista, prueba de la decadencia del PSOE.

La Secta Sanchista —la SS— es el punto de encuentro de los sanchistas, el nido del escorpión, el nido que los cobija, «nido de gandules semovientes sito en la calle Ferraz» (J.A. Vara), refugio que los protege y asilo donde encuentran la asistencia requerida. Es la etapa final de un proceso de clara regresión al pasado en el que se ha visto envuelto el PSOE desde que Felipe González dejara la presidencia del Gobierno de España y la secretaría general del partido, hasta que cayó en manos de dos grandes cenizos, faltos de talla e incapaces para desempeñar ambos cargos, dedicándose a crispar, crear problemas y abrazarse con separatistas, golpistas y filoterroristas.

Ahora, Pedro ‘el ausente’, con su ‘cultura del descarte’, es «un digno sucesor de Quinto Servilio a quien ha aventajado con holgura, ya que si el romano no pagaba traidores, Sánchez no paga ni traidores, ni leales ni mediopensionistas. Si no que les pregunten a Carmen Calvo, Iván Redondo, José Luis Ábalos o a Adriana Lastra, todos ellos ejemplo de lealtad perruna al actual presidente del Gobierno desde la primera hora de su asalto al poder en el PSOE, y todos ellos asesinados con las sádicas maneras de un mandarín oriental al considerar Sánchez que ya habían cumplido su función y que no le eran útiles en su siguiente y prodigiosa transformación» (C. Calderón).

El PSOE ha muerto. la Secta Sanchista se ha impuesto.

tracking