EDITORIAL: León reclama con justicia sus trenes

La precaria e incierta situación que vive el ferrocarril en la provincia, y de manera especial en la ciudad de León, ha llevado a la convocatoria para hoy al mediodía de una manifestación que aúna todas las voces para protestar ante tanta injusticia. Los colectivos convocantes, de todo tipo, se sitúan en el medio centenar y son la mejor prueba de cómo esa sensibilidad hacia un problema tan grave ha conseguido movilizar a toda la sociedad leonesa.

Para la provincia y para la ciudad esta manifestación es una excelente oportunidad para expresar un ¡basta ya! frente a tantos agravios e incumplimientos como ha sufrido desde hace demasiado tiempo. Ahora el problema concreto es el tren y la posibilidad de que se pierda la línea de Feve y que el AVE llegue con una precariedad intolerable. Frente a esto la ciudadanía debe expresarse con claridad para dejar claro que éste no es un conflicto de batallas políticas sino un problema real que afecta directamente a las personas de esta provincia que ven cómo año tras año sus posibilidades de futuro se van limitando desde hace demasiado tiempo. Ahora llega una ocasión como no se había planteado desde hace tiempo para expresar alto y claro que León quiere y se merece un futuro que no sea de «fondo de saco», y para ello necesita infraestructuras y de manera especial sus ferrocarriles como elemento dinamizador.

El ejemplo del tren exhibe con claridad hasta qué punto los errores políticos y las promesas incumplidas generan daños directos. Y tanto en el caso de la línea de Feve como en la llegada del AVE a León y los sucesivos planes de integración existen suficientes argumentos para justificar esta manifestación en la que los ciudadanos pueden expresar a los políticos su hartazgo ante tanto desastre, tanto desmán, tanto incumplimiento y tanto fracaso colectivo.

Hoy es el día idóneo para que los ciudadanos dejen oír su voz y para que los partidos políticos, los sindicatos y el resto de colectivos que se han sumado a la protesta evidencien que su verdadero objetivo es conseguir que el Gobierno central rectifique los planes del tren de León para evitar errores históricos que generarán mucho daño. Cualquiera que acuda con otra mentalidad, sin duda, dañará el espíritu y las intenciones verdaderas de esta manifestación que ha sido convocada con total justicia porque León no debe perder este tren tan fundamental.

Si la ciudad y la provincia son capaces de aglutinar y mostrar una imagen de unidad, con una afluencia masiva de ciudadanos, entonces se habrá dado un paso fundamental para que la solución de esos problemas con la estación de Feve fuera de la ciudad y con una integración sin fecha puedan empezar solventarse. León puede y debe cambiar las cosas. Y para ello tiene que decir alto y claro que el tren es de todos y que nadie está dispuesto a perderlo.