EDITORIAL: Reconocimiento exigente para la lucha

La lucha leonesa ya dispone de su declaración como Bien de Interés Cultural (BIC). El procedimiento ha sido rápido si se compara con el que han vivido otros elementos materiales o inmateriales de primer orden. Una proposición en octubre de 2011 del entonces procurador socialista leonés Miguel Ángel Fernández Cardo logró el apoyo unánime de los grupos parlamentarios. Y desde entonces se ha desarrollado la tramitación hasta que este jueves llegó el visto bueno definitivo del Consejo de Gobierno de la Junta que cataloga como BIC inmaterial este deporte que está considerado como uno de los más antiguos de España y que ha conseguido sobrevivir generación tras generación gracias a la transmisión oral.

El reconocimiento es clave y quizá deba convertirse en un acicate para conseguir una normalización de esta práctica deportiva. Durante demasiado tiempo se ha visto perjudicada por conflictos que dañan su imagen pública y sus posibilidades de desarrollo. Este momento invita a recapacitar si se da prioridad al interés en sí de la lucha.